La planta de Michelin en Valladolid ha regresado a niveles de producción similares a los de antes de la crisis. Eso también se está trasladando al empleo. La planta ya supera los 1.700 trabajadores.

Para la factoría de Michelin, este primer trimestre concluye superando lo previsto en el plan anual. No solo en producción sino también en contratación, con sesenta personas más, que se suman a las 128 contratadas en 2015. Un año de recuperación.

"El trabajo bien hecho durante estos años de crisis, invirtiendo en nuestros sistemas productivos, en desarrollar nuevas gamas y dimensiones, trabajando todos los días en mejorar nuestra competitividad y productividad, se ha traducido en que empezamos el año 2016 con un quinto equipo en dos actividades", explica Mariano Arconada, director de Michelin Valladolid.

La reactivación económica se nota tanto en los neumáticos de primera monta, -se producen más vehículos-, como en los de reposición, pues hay más consumo y más desplazamientos. Incluso en los de camión y agrícolas. La apuesta de Michelin no es tanto por el precio como por la calidad. Y eso implica innovación. "Productos de alto nivel tecnológico de 16, 17 y 18 pulgadas, exigentes en prestaciones para el cliente, que tienen un margen económico donde encontramos todos el equilibrio", detalla Arconada.

De ahí nace el modelo Crossclimate, la única cubierta que es de verano y de invierno. Esa innovación se traslada así mismo al proceso productivo, ajustándolo a la estacionalidad de los pedidos gracias a la flexibilidad. "Fruto de un diálogo social que existe desde hace años. Porque las cosas, como yo digo, hay que sembrarlas para recoger. Estas cosas no se improvisan".

Otras claves son la formación de la plantilla y una inversión anual media de 20 millones de euros.