EMPLEO

Castilla y León se suma al IV Acuerdo para el empleo y la negociación colectiva, del que se beneficiarán 400.000 trabajadores en la Comunidad

Patronal y sindicatos acuerdan la aplicación de los aspectos salariales 'de forma pacífica y directa' y retomarán en septiembre la negociación del resto de cuestiones incluidas en este acuerdo.

Ical

Patronal y sindicatos sucribieron este martes la trasposición del IV Acuerdo para el empleo y la negociación colectiva (AENC), un pacto ya firmado a nivel estatal y del que en los próximos tres años se podrán beneficiar 400.000 trabajadores en Castilla y León. Después de una negociación ''intensa'' que se vio truncada hace unos días, la rúbrica ha sido posible este martes para fijar los aspectos salariales, mientras que otros recogidos en el documento, se abordarán a partir del mes de septiembre con el deseo de llegar a un consenso en cada uno de ellos.

Las partes se felicitaron por este acuerdo ''importante'' para la ''activación'' de nuevas políticas salariales en los ámbitos de negociación de la Comunidad. En concreto, según informaron fuentes sindicales, en Castilla y León hay 185 convenios sectorales y otros 500 de empresa que engloban a 400.000 trabajadores. Está previsto que este año se negocien 113 convenios (174.396 trabajadores), mientras que este año se han pactado 52 (83.474 trabajadores) y otros 50 finalizan este año (48.286 trabajadores).

Uno de los principales términos de este acuerdo es el incremento salarial en un tres por ciento y que el Salario Mínimo Interprofesional (SMI) alcanzará los 1.000 euros en el año 2020, cuando finalice la vigencia de este documento, para lo que se prevé un crecimiento ''moderado'' de los salarios, ya que se estima que cerca de 900 categorías profesionales se encuentran por debajo de ese salario en Castilla y León, con un total de 60.000 trabajadores. Por ello, desde los sindicatos se advirtió de que la aplicación tendrá ''su proceso y su tiempo'' y se tendrá que llevar a cabo de una manera ''armonizada''.

Una vez acordado a nivel autonómico, se trasladará a las diferentes provincias, donde se espera que se aplique de forma ''pacífica y directa'' y que no haya ''ningún tipo de insumisión'', explicó el secretario general de CCOO en Castilla y León, Vicente Andrés. ''Necesitábamos un acuerdo así'', dijo Andrés, quien consideró que era hora de ''repartir el crecimiento y frenar la pérdida de poder adquisitivo de estos años'' para así conseguir la reactivación de la economía a partir del consumo interno. ''Se inicia la senda de la decencia empresarial'', incidió.

En la misma línea se expresó el secretario general de UGT en Castilla y León, Faustino Temprano, quien consideró que además permite ''resaltar el Diálogo Social bipartito'' al convertirse en el segundo gran acuerdo alcanzado con la patronal, en especial después de que hace unos días se vieran las negociaciones ''negras'', por lo que agradeció el esfuerzo llevado a cabo por los empresarios para ''avanzar'' en este documento.

Sin embargo, estimó que la rúbrica no pone fin a los problemas, sino que ahora hay que trasladar el acuerdo a la negociación colectiva a través de los convenios sectoriales o de empresas. Además, será en septiembre cuando se aborden los flecos aún pendientes de otros aspectos laborales como la formación, la jubilación, la igualdad, los contratos relevo o el Serla, un aspecto ''urgente'' que hay que abordar de manera prioritaria para trasladarlo desde Valladolid al resto de provincias de la Comunidad.

El presidente de la Confederación de Organizaciones Empresariales de Castilla y León (Cecale), Santiago Aparicio, reconoció que el acuerdo ''no ha sido fácil'' porque había muchos aspectos de los que hablar y que hacían que este convenio no fuera igual que el de 2015, que abordaba solo temas salariales y que por ello resultaba ''más sencillo''. Sin embargo, reconoció que los empresarios estarán ''muy implicados'' en el acuerdo que resulta ''importante'' para su aplicación en tres años ''cruciales'' en el devenir de España con varios procesos electorales por delante.

''El acuerdo va a dar mucha tranquilidad para evitar una espiral difícil de salir'', estimó. Ello ha sido posible después de una semana ''intensa de negociación'' para poder firmar el acuerdo que ahora habrá que trasladar a las mesas de negociación. Ello permitirá afrontar la negociación tripartita de manera ''mucho más fuerte'' en algunos aspectos a los que hay que dar ''otra vía'', como el caso del Serla.

Ante la posibilidad de que haya dificultades en la aplicación, las partes estimaron que no debería haber problemas, con la única salvedad de aquellas empresas que se encuentran en situación de pérdidas y que en ese caso podrían acogerse a una inaplicación que ya se ha ido haciendo, aunque ''cada vez son menos'' las empresas en dificultades. Sin embargo las partes discreparon en este aspecto, y mientras que Cecale cifra en un 45 por ciento las empresas que se encuentran en pérdidas o en compensación de pérdidas, desde los sindicatos elevó hasta el 85 por ciento las compañías que ya están obteniendo beneficios.