La ONG conservacionista Colectivo Azálvaro encontró hace una semana dos buitres leonados heridos en el Centro de Tratamiento de Residuos Sólidos Urbanos (CTR) de Ávila, ubicado en el término municipal de Urraca-Miguel.
Uno de los ejemplares tenía el ala derecha rota, supuestamente tras la colisión con algún tendido o el propio vallado del recinto, según informó el Colectivo. El otro ejemplar apenas se movía, lo que se atribuye a una posible intoxicación por ingerir productos en la zona de rechazos.
Para evitar estos episodios, Colectivo Azálvaro propone la puesta en funcionamiento e implantación del Sistema de Gestión Ambiental Arcan en una serie de lugares destinados a la alimentación de aves necrófagas (muladares) ya construidos en la provincia de Ávila, "asegurando un régimen de alimentación adecuado a las necesidades de las poblaciones de aves necrófagas presentes en la provincia", concluyó el responsable y coordinador de fauna amenazada, Carlos Cuellar.
Los buitres se localizaron durante una jornada de vigilancia ambiental en el vertedero para estudiar, detectar y poder denunciar posibles casos de impacto sobre la avifauna silvestre. En el lugar de los hechos se presentaron los agentes ambientales de la Junta de Castilla y León para comprobar el estado de los animales y esperar hasta que abrieran las instalaciones para recogerlos. Después fueron trasladados al Centro de Recuperación de Animales Silvestres de Valladolid.
Colectivo Azálvaro apuntó que la causa principal de estos impactos vienen por la ausencia de una red equilibrada de muladares en la provincia de Ávila, que ha provocado en los últimos años que una gran cantidad de aves necrófagas (buitres leonados, buitres negros, milanos reales y negros) se vean forzadas a alimentarse en la Planta de Transformación de Residuos Sólidos Urbanos de Urraca-Miguel (Ávila).
Esto ha supuesto el incremento de mortalidad de las aves por electrocución, episodios de intoxicaciones, la alteración del comportamiento alimenticio de estas especies o que las aves se vean obligadas a atravesar varias líneas de aerogeneradores, "con terribles consecuencias para sus poblaciones", advirtió el presidente de Azálvaro, José Aguilera.