Ni en Indonesia, ni en Japón , ni en China ni en Estados Unidos pronuncian bien la palabra, pero eso no es impedimento para degustarlo. Por supuesto con chocolate, pero también decorados, rellenos de queso, de té verde o de huevos revueltos.
Nuestra protagonista no es churrera, dirige una empresa que desde Valladolid fabrica máquinas de hacer churros para medio mundo. Exporta al extranjero casi el 50% de su producción, que afirman es tan sencilla como los propios churros, que ahora desayunan en los cinco continentes. Les invitamos a que vean este "delicioso" vídeo.