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Los sindicatos quieren evitar la norma de Bruselas, con la que 20.000 trabajadores irán a la calle a lo largo del año. Es una de las medidas impuestas a cambio de los más de 40.000 millones de euros para rescatar la banca. Los sindicatos quieren consenso y que la reforma no sea impuesta
Por eso irán a la huelga el 6 de febrero porque tras esta reestructuración la plantilla de la banca española se quedará en 218.500 trabajadores, casi los mismos que en 1975
Despidos de empleados que suman a los de los dos últimos años, en Castilla y León unos 1.200, y cierre de oficinas acorde a unos criterios demasiado arbitrarios para los representantes sindicales
Los trabajadores de Caja España Duero no secundan estas movilizaciones y mantienen las suyas el jueves ante la sede de la entidad en Madrid y la semana que viene en Salamanca. Protestas a la espera de que el acuerdo con Unicaja se formalice o no.