MEDIO AMBIENTE | Balance del censo

Castilla y León consolida su población de águila imperial con 112 pollos que han alcanzado la madurez

Es el ave rapaz forestal de mayor porte presente en la Península Ibérica

Europa Press

La población de águila imperial se ha consolidado en Castilla y León con 112 pollos que han alcanzado la madurez, lo que dota a la Comunidad del mayor índice de productividad con 1,26 pollos por pareja, mientras que la media nacional no llega a uno.

El director general de Medio Natural, José Ángel Arranz, y el jefe de Servicio de Espacios Naturales de la Consejería de Fomento y Medio Ambiente, Ignacio de Molina, han presentado este miércoles el balance del censo de águila imperial en 2016.

El águila imperial es el ave rapaz forestal de mayor porte presente en la Península Ibérica y, por ello, según ha afirmado José Ángel Arranz, también es "la rapaz más amenazada casi a nivel mundial".

Por este motivo, en el año 2001 se elaboró una estrategia nacional para el cuadrante suroccidental, cuando en la Península había un total de 152 parejas y su tendencia era "claramente negativo".

En 2013, eran 407 los territorios ocupados, 396 de los cuales se situaban en España y once en territorio portugués, según ha informado Arranz. Además, ha estimado que, en la actualidad, se estará "por encima de las 500 parejas".

Asimismo, se ha conseguido que "la colonización sea hacia el norte de la Comunidad", en localizaciones que coinciden con un mayor número de ejemplares de conejo, "presa principal de esta especie".

En el futuro, se prevé una "revisión de su situación administrativa" ya que, por las cifras actuales, no se considera que se mantenga su estatus de "especie en peligro de extinción" aunque aún existen casos de envenenamiento.

Ignacio Molina, ha explicado que "este año no ha entrado ningún ejemplar" envenenado y, el año anterior, hubo un caso con dos ejemplares así como otros dos electrocutados.

Evolución y distribución

En 1999, en Castilla y León, la situación de su población se redujo a 16 parejas confinadas en el sur de las provincias de Ávila y Segovia. Las actuaciones de conservación puestas en marcha por la Junta desde 1992, la "mejora" de las poblaciones de conejo, el establecimiento de criterios de gestión y el aprovechamiento de los recursos naturales compatible con los requerimientos del ciclo biológico de la imperial, que favorecieron la percepción que sobre esta especie tuvieran los propietarios de predios, han permitido su recuperación.

En 2003, todas estas acciones se encuadraron en el Plan de Recuperación del Águila imperial ibérica, como desarrollo de la Estrategia para la Conservación de la especie España (2001), cuyos objetivos numéricos se superado "ampliamente".

Desde ese momento, la evolución de la especie ha sido "muy favorable" y ha pasado de estar acantonada en la parte más meridional de Segovia y Ávila a expandirse por ambas provincias, con una ampliación de su área de distribución a las de Valladolid y Salamanca.