José Antoni Durán i Lleida llegaba con semblante serio a la sede de CiU esta mañana para confirmar su ruptura con la dirección del partido y el cisma en el partido de Artur Mas.

Dimite como secretario general de Convergencia y Unió por sus discrepancias con Mas, especialmente por coaligarse en el Gobierno catalán con Ezquerra Republicana y por el proceso soberanista, aunque en público Durán i Lleida desvincula su decisión de la consulta de autodeterminación.

Se va de CiU pero mantendrá sus cargos en CIU y seguirá como portavoz en el Congreso de los Diputados, desde donde en los últimos años se ha convertido en el interlocutor entre la Generalitat y el Gobierno central. El PP catalán cree que se trata de un gesto de cara a la galería y que debería ir más allá.

Durán i Lleida da este paso atrás en una semana clave en la crisis catalana. El presidente de la Generalitat, Artus Mas, se reunirá con Mariano Rajoy para intentar retomar el diálogo. Además, el Tribunal Constitucional le entregará la resolución que suspende la ley con la que pretende realizar su consulta.