Día de descanso en el juicio por el  asesinato de Isabel Carrasco. Han pasado tres semanas desde que arrancó la vista oral y hemos hablado con el abogado de  Raquel Gago,  Fermín Guerrero, que también tuvo su parte de protagonismo tras desaparaecer por sorpresa antes de una sesión en la Audiencia de León, aunque de ese asunto ha preferido no dar detalles

Es momento de conclusiones, y Fermín Guerrero las tiene claras. La primera, que su defendida ha jugado en desventaja, con numerosos prejuicios en contra.

Es la situación que pinta su abogado, experto durante este mes en sembrar dudas y darle la vuelta a situaciones adversas. Peleó con el controlador de la ORA para desacreditar su testimonio y asegurar que no está claro lo que vio u oyó, y ha removido el bolso en el coche de su defendida hasta llevar a la contradicción a los policías que lo registraron.

Su desaparición el miércoles 27 durante 20 horas ya es una de las grandes anécdotas de un juicio al que no le faltan, pero el letrado es fiel a su silencio.

Niega estrategia, y está seguro de que el jurado no lo tendrá en cuenta. Tampoco tendrá en cuenta otras actitudes que no le han gustado, como el exceso de celo de algún compañero.

El lunes es su última participación, su alegato final, su último as en la manga. El miércoles el jurado comenzará a decidir el futuro de su defendida.