El 11 de febrero se celebra el Día Europeo del 112. Para celebrarlo, el centro de emergencias de Castilla y León ha organizado jornadas de puertas abiertas. El objetivo es que los ciudadanos vean de cerca cómo funciona la maquinaria que se activa con cada llamada.
Lo primero que necesita saber el operador que contesta al teléfono es qué ha pasado y dónde. Algo que no siempre es fácil. En ocasiones, los nervios bloquean a quién llama y le impiden contestar a las preguntas más sencillas. Para solventar esas situaciones también están formados los trabajadores del 112.
"Es importante que los ciudadanos entiendan que no es necesario colgar el teléfono para que empiece a funcionar la maquinaria que da respuesta a las emergencias" dice Isabel Díez, portavoz del 112 en Castilla y León. Mientras el operados habla por teléfono, escribe los datos en un programa informático al que tienen acceso todos los organismos que puedan ser necesarios, bomberos, policía, sanitarios etc.
Si la emergencia es sanitaria, además, el ciudadano hablará con un médico para que le diga qué puede hacer hasta que llegue la ambulancia. Una vez termina la llamada, el sanitario del 112 hablará con el profesional que ya está en camino, para decirle, exactamente, que se va a encontrar al llegar.