El Boletín Oficial del Estado (BOE) publica la resolución de Parques Nacionales por la que oficializa la aprobación por la UNESCO de la Reserva de la Biosfera Transfronteriza Meseta Ibérica entre España y Portugal, junto a la del Macizo de Anaga (Tenerife).
La Reserva está promovida por ZASNET –una Agrupación Europea de Cooperación Territorial (AECT)– que agrupa a las diputaciones de Zamora y Salamanca y el Ayuntamiento de Zamora, las asociaciones de municipios de Terra Fría del Nordeste Transmontano, de la Terra Quente Transmontana y del Duero Superior. En total, engloba una amplia superficie a lo largo de la frontera norte de España y Portugal con 1,13 millones de hectáreas, de las cuales 475. 241 corresponden al territorio español. De ellas, la zona núcleo consta de 106.934 hectáreas; la tampón, de 636.654; mientras que el área de transición, de 389.018 hectáreas.
En su conjunto, cuenta con una población: 169.745 habitantes (35.805 en España), repartidos en 87 municipios (12 en Portugal y 75 en España –27 en Salamanca y 48 en Zamora).
Tanto la parte española como la portuguesa incluyen una gran variedad de paisajes con una elevada riqueza de elementos orográficos y una heterogeneidad marcada en la ocupación del suelo, que en conjunto constituye una matriz riquísima de elementos paisajísticos. La zona se caracteriza generalmente por un manto alineado con colinas y montañas, intercalados con valles estrechos, con áreas de transición a mesetas más o menos extensas, como la de Mirandela, la penillanura de Miranda do Douro.
Algunos de los elementos más llamativos del paisaje son los acantilados y laderas de los valles del río Duero, Tua, Coa y Sabor, que individualmente imprimen una singularidad única al territorio portugués. También es notable toda el área montañosa del límite norte del área de estudio, formada por las Sierras de Montesinho y Nogueira, con altitudes que alcanzan los 1.500 metros.
Seis tipos de paisajes
En total se han diferenciado seis tipos de unidades: paisajes humanizados en los que se encuentran los núcleos de población, infraestructuras, superficies dedicadas a usos industriales, minería y otros equipamientos de grandes dimensiones; forestales, que incluyen las zonas de bosque mixto, coníferas y matorral denso que forman un superficie amplia y continua diferenciable de las unidades paisajísticas adyacentes; paisajes ligados a aguas continentales con zonas húmedas como ríos, lagos o embalses, de origen natural o antrópico; zonas agrarias, como los cultivos de secano, regadío, viñedos, olivares o plantaciones de frutales; mosaicos paisajísticos, de dehesas y de pastos, cultivos y superficies forestales; y paisajes pastorales: aquellas zonas de pasto permanente y de montaña.
En el territorio de la Reserva de la Biosfera se integran cinco áreas protegidas (tres en Portugal y dos en España), 22 Lugares de Interés Comunitario (ocho y 14) y 10 Zonas de Especial Protección para las Aves (cuatro en el país vecinos y seis entre Zamora y Salamanca). El área también incluye el patrimonio construido que se remonta a la época romana y la Edad Media. Los restos de fortalezas, castillos y recintos amurallados en localidades como San Felices de los Gallegos en Salamanca.
Con esta declaración de la UNESCO, Castilla y León cuenta con nueve reservas de la Biosfera, de las 47 existentes en España. Este reconocimiento se suma a las de Laciana, Babia, Alto Bernesga, Los Argüellos, Picos de Europa, Valles de Omaña y Luna, Ancares Leoneses y Sierras de Béjar y Francia.