ANIVERSARIO 15-M

El 15M cumple un año con 'mas motivos que nunca' para la indignación

  • Contra muchos pronósticos el corazón del 15M sigue latiendo con más fuerza que hace un año.

Ical

16 de mayo de 2011. La Puerta del Sol de Madrid es el escenario de la acampada de un grupo de jóvenes antipolíticos cansados de las desigualdades del modelo social y económico. Un día después, se lleva a cabo el primer desalojo por parte de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado y a partir de ahí las protestas surgen en cadena. En la Plaza de Fuente Dorada de Valladolid, aunque con menor presencia, las concentraciones se inician el mismo día, mientras que una jornada más tarde decenas de personas llenan este pequeño y coqueto céntrico lugar de la capital.

Esa primera semana, anterior a las elecciones autonómicas y municipales, sirvió de reflexión masiva en un momento en el que todo el mundo creyó que las cosas podían cambiar. Aunque la sociedad piensa que no tuvo gran repercusión en los comicios, desde el Movimiento 15M creen que no fue así, algo que argumentan en que los grandes partidos perdieron votantes, como también sucedió en las elecciones generales de noviembre. De hecho, el PP consiguió su mayoría absoluta con menos votos que el PSOE en 2008, por el incremento del blanco y el nulo, lo que también es una paradoja del sistema electoral español.

Un año después, en mayo de 2012, el 15M pretende que el clamor de los españoles salga de nuevo a la calle  para explicar a los gobernantes y políticos que la disconformidad aún está presente, "más si cabe con las políticas de recortes de servicios públicos establecida por el Gobierno de Mariano Rajoy". En todo caso, nada estará orquestado, aunque miembros del Movimiento se han adherido a las múltiples concentraciones que se desarrollan estos días para protestar por lo recortes en educación y sanidad.  "La raíz es que la gente se exprese, porque nosotros no somos el altavoz de nadie", detalla Sergio de la Torre, del 15M Valladolid.

Durante los últimos 365 días se han celebrado cientos de asambleas en barrios y pueblos de Castilla y León. En algunas empezaban 70 personas y se unían hasta alcanzar más de un centenar, señala de la Torre, quien estima que durante estos doces meses se han implicado notablemente unas 200 personas en la provincia vallisoletana.

En ellas se ha informado de las medidas que aprueban los distintos gobiernos y cómo afectan los recortes a su economía particular, "que es realmente lo que les interesa, porque la gente de a pie no tiene capacidad de leer el BOE". Acuden con interés y no con la desgana que se aprecia "cuando escuchan a los políticos". Expanden su sentimiento de indignación y piden justicia social, un valor básico a todos los niveles.

Al respecto, el Movimiento reclama la separación efectiva de los poderes del Estado. "Si no hay independencia entre la clase política y la judicial… No se pueden pedir peras al olmo", sostuvo de la Torre.

Nada está convocado

El Movimiento 15M reitera que nada está convocado. Que la base es la misma con la que comenzó todo esto hace ahora un año, es decir, "desarrollo de asambleas y reuniones y la gente se va uniendo". "Animo a que lo hagan en su mayoría el sábado", insiste de la Torre con el mismo entusiasmo que desprendía en mayo del pasado año. Recuerda que el 15M es gente con ideas y en la que caben todo tipo de ideologías, "pero en el que queda claro que estamos por delante de los mercados, por lo que pedimos justicia social para las personas". Durante esta semana el ambiente se ha calentado, gracias a los recortes anunciados. Por ello, admiten que "hay ganas de salir a la calle".

Desde el 15M rechazan, como lo hicieron hace un año, que sean "electoralistas y que buscaban un impacto" en los comicios del 22 de mayo de 2011. "Tras un año se ha visto que no es así. Ahora se ha visto que las medidas del PP son incalificables, con promesas incumplidas y humillantes y que crean desigualdad entre los ciudadanos", exclama.

Si a cualquier miembro del Movimiento 15 le preguntan qué le piden a la clase política, la mayor parte responde: "lo mismo que hace un año", algo que se traduce, principalmente, en que "aprueben leyes, pero con contenido y que realmente se apliquen, y no que estén vacías". En este sentido, subrayó las últimas normas a las que el Gobierno central ha dado luz verde sobre la dación en pago y la Ley de Transparencia, positivas para el 15M, pero "seguramente" escasas de contenido.

El fin último sería, por ejemplo, alcanzar los logros de Islandia, donde incluso el Ejecutivo anterior fue puesto ante los tribunales como causantes de la situación económica.

Por último, de la Torre admite presiones para evitar que se desarrollen actividades en estos días si van más allá de la simple cartelería o mesas de información. "Se han querido denegar manifestaciones e incluso se han puesto multas. Si no partimos de la base de que todos tenemos derecho legítimo a manifestarnos…", lamentó.

Savia nueva

El Movimiento 15M de Salamanca, uno de los más numerosos de Castilla y León, se encuentra satisfecho de los resultados obtenidos a lo largo del último año porque, según explica una de sus portavoces, se han creado pequeños grupos de gente "con ideas, centros sociales e incluso cooperativas de autogestión a través de las que cada uno va buscando su sitio y la gente se acerca y va viendo qué puede hacer", según indican fuentes del autodenominado ‘Acampada Salamanca’, que prefieren no identificarse. Lo importante para ellos es que el 15M vaya "echando raíces y dando vida a pequeños grupos y diferentes sectores, algo en lo que sí ha evolucionado mucho".

Pretenden que la savia nueva sepa que la labor de los ‘indignados’ va mucho más allá de lo que se ve en la calle. Tras la visibilidad pública, advierten, "hay un trabajo duro de pasar frío y de dar vueltas a las cosas que no es tan divertido como en la época de las manifestaciones cuando todo era festivo". Desde el movimiento reconocen que hay mas gente que se va a manifestar o a las asambleas pero son menos los que trabajan, lo que representa "un problema gordo, porque es cuando hace falta ser muchos".

En Salamanca ven a la ciudadanía "más reacia" a participar ahora que hace unos meses, porque parecen esperar respuestas de los ‘indignados’. "Simplemente hacemos una llamada para que la gente piense y para que sea una labor de todos", precisan y matizan asegurando que el 15M salmantino "no es nadie para dar soluciones geniales y solucionar el mundo aunque, en general, hay mucha ilusión". En esa línea, consideran que el ‘cabreo’ de los ciudadanos también ha ido a más.

A lo largo de este año, el 15M también ha hecho frente a los estereotipos. La imagen de los "perroflautas" ha distorsionado la realidad, critican ellos mismos con esos términos, señalando directamente a los medios de comunicación como responsables. "Hay quien se ha alejado totalmente, aunque también hay gente que no confiaba pero se acercaron y vieron que somos como ellos y que también nos quejamos como ellos, pero en la calle buscando soluciones en vez de en el bar".

Acampada Salamanca está formada por gente "muy diferente" que ha aprendido a trabajar "como una piña" y en un clima de mucha confianza, lo que facilita la labor diaria. Quizá por eso, los que todavía quedan desde el principio "no se cansan". De estos doce meses, el 15M salmantino se queda con el respaldo de gente de todo tipo, sobre todo los mayores; "personas, incluso, con dificultades para andar, pero que están ahí dando ánimos". "Es esperanzador porque si ellos están ahí y encima son los que más caña dan, ¿cómo no vamos a estar nosotros?", reflexiona e Movimiento, que en el lado negativo de este año coloca la escasa participación de los universitarios, "algo sorprendente en una ciudad como Salamanca".

Mas trabajo ahora que en 2011

La ciudad de Burgos también fue un punto activo en las concentraciones de hace un año, algo que se justifica en que en el seno del colectivo Democracia Real Ya-Burgos en torno a 20-25 personas mantienen reuniones semanales. Su representante, Carlos Castiñeiras, afirma que "se trabaja más ahora que hace un año cuando empezó todo". El caso burgalés, aunque se enmarca dentro del movimiento 15M, se organizó de forma autónoma el 12 de junio.

A lo largo de este tiempo, explica Castiñeiras que se han centrado en "una línea muy política" y precisa que trabajan desde el pasado mes de septiembre. Se basa en la asistencia a los plenos municipales, donde han intervenido en el apartado de ruegos y preguntas "para contar lo que allí se decide".

Son conscientes de la importancia de potenciar la línea social, algo que se verá en un futuro dependiendo de la captación de nuevos colaboradores. Así, recuerda el "éxito" cosechado con la celebración de la Semana de la Vivienda del 23 al 29 de abril. En cuanto a los logros conseguidos o futuribles, destaca que "muchos de los cambios que tienen que venir son de fondo" y relata que "de la misma forma que la transición española no se hizo en una semana, el cambio tampoco". "Pero el de corto plazo pasa por un mayor interés de los ciudadanos en la toma de las decisiones políticas que nos afectan. Se trata de un cambio a corto plazo que traerá cambios a largo plazo", asegura convencido.

Castiñeiras también menciona los tres desahucios que se han paralizado en Burgos gracias a la intervención de la Plataforma de Afectados por la Hipoteca, a la que pertenece Democracia Real Ya-Burgos junto a miembros del 15M y ciudadanos particulares.


Tomar la plaza de nuevo

El movimiento del ‘15M’ en León pretende volver a ‘tomar’ la plaza de Botines de la capital leonesa, lugar que fue el centro principal de las protestas de este colectivo durante el año pasado. Por un lado, no se descarta la posibilidad de volver a acampar en esta céntrica plaza de la ciudad, aunque en esta ocasión de manera simbólica.