Silvia Álvarez de Eulate trabaja ya en las alegaciones que presentará tras la apertura de un expediente de expulsión por negarse a votar a su cabeza de lista en la investidura.
Su marcha ha abierto una seria grieta en Ciudadanos Burgos, con la expulsión de una veintena de militantes que la apoyaron.
Su antigua jefa de filas insiste en reclamarle la devolución del acta de concejal, porque dice que en el último pleno se constató que ya no le une nada a Ciudadanos.
La formación naranja cuenta con 200 afiliados en la provincia de Burgos, pero en la capital, tras las últimas expulsiones, apenas rebasan la veintena.