CONSUMO | Reclaman más control y seguridad

La apertura de gasolineras de bajo coste en Castilla y León pone en jaque al sector

Valladolid capital cuenta desde hace una semana con una estación de servicio de bajo coste con la marca ‘La Estrella de Qatar’, que se suma a otras existentes en Palencia y Salamanca

Ical

La apertura de gasolineras de marca blanca en Castilla y León, que ofrecen carburante a un precio con hasta 10 céntimos de ahorro sobre el coste normal gracias a no contar con apenas personal, ha puesto en jaque al sector, que reclama a la Junta de Castilla y León más control y seguridad.

La voz de alarma llega después de que Valladolid capital cuente desde el pasado lunes con una estación de servicio de bajo coste bajo la bandera 'La Estrella de Qatar', que vende el litro de gasóleo a 0,990 euros. Una instalación que se suma a las existentes en las provincias de Palencia y Salamanca.

El secreto en un mercado tan competitivo, monopolizado hasta ahora por las grandes petroleras, reside en contar con estaciones de pequeño tamaño, escaso o nulo personal, de libre servicio y abiertas las 24 horas al día.

Aquí no hay la clásica tienda con productos ni siquiera baños. El objetivo es reducir los costes de gestión que no repercutan en el precio de la gasolina, lo que beneficia tanto al propietario como al conductor que busca llenar el depósito de su vehículo por cinco euros menos.

El presidente de la Agrupación de Vendedores al por menor de carburantes y combustibles de Castilla y León (Avecal), Rafael Pizarro, diferenció entre las gasolineras de bajo coste, que ofrecen el producto por debajo de la media, y las estaciones de servicio desatendidas. "Cada empresario sabe lo que tiene que hacer en su casa y quien decide bajar el precio del combustible está en su derecho porque la competencia es libre", precisó. Otra cosa, advirtió, es que algunas gasolineras tengan que cumplir un reglamento y otras no, como es el caso de las nuevas instalaciones que no cuentan con personal.

No en vano, Pizarro consideró que este modelo de negocio, basado en el autoservicio, supone un grave problema de seguridad (vertido de combustible, repostar en una garrafa no homologada o con el motor en marcha) y vulnerar los derechos del consumidor (por ejemplo, de una persona con discapacidad o imposibilidad de presentar una reclamación formal).

Todo ello, sin olvidar la destrucción de empleo. "Una gasolinera puede bajar el precio del litro 5 céntimos a costa de prescindir de cuatro empleados", reflexionó este empresario burgalés del sector.

Hasta ahora, las gasolineras con los precios de combustible más competitivos se encontraban en estaciones vinculadas a asociaciones de transportistas y cooperativas agrícolas de uso exclusivo para profesionales del sector.

También algunos hipermercados utilizan el carburante como un reclamo para atraer a los clientes a realizar compras en el establecimiento o bien al ofrecer descuentos que se acumulan en una tarjeta de fidelización. Un modelo de negocio que busca obtener beneficios indirectos puesto que el objetivo de la estación de servicio es cubrir gastos.

La nueva gasolinera instalada en el polígono industrial Las Raposas, en Valladolid, bajo la bandera ‘La Estrella de Qatar’, ofrecía el litro de gasóleo A –el más habitual- a un precio de 0,990 euros mientras que la gasolina de 95 octanos estaba a 1,050 euros. Es decir, entre 7 y 8 céntimos más barato que las estaciones de servicio del entorno, que operan como franquicia bajo una conocida marca comercial.

Pago integrado

El único trabajador de esta gasolinera reconoció que ofrece pocos servicios, lo que permite ajustar los precios. Aquí no hay tienda. Solo dos surtidores, repartidos en cuatro calles, para repostar los carburantes más vendidos (Gasóleo A, otro enriquecido y Sin Plomo 95). Cada surtidor cuenta con cajero automático para pagar con tarjeta de crédito pero también es posible el abono en metálico, con billetes, gracias a otra máquina. Es lo que se conoce como pago integrado.

El Ayuntamiento de Valladolid concedió en julio la licencia ambiental y de obras a la empresa asturiana Estrella Qatar (que cuenta con otra gasolinera en Gijón) y la estación de servicio comenzó a funcionar el pasado lunes, después de obtener los permisos pertinentes.

De momento, ya ha comenzado a recibir a sus primeros clientes pese a que su ubicación no es visible desde la avenida de Salamanca. Además, se ultiman los trabajos para la construcción de un lavadero que será explotado por otra compañía.

El empleado explicó que siempre habrá una persona en horario de apertura comercial, de 9 a 21 horas salvo el parón de la comida. "Será el encargado de supervisar que todo funciona correctamente, ver si hay algún fallo e incluso ayudar a repostar", precisó. Por ejemplo, puede explicar la forma de obtener de la máquina una factura en modo simple.

Además, recordó que la gasolinera cuenta con sofisticados sistemas de seguridad para extinguir posibles incendios o detectar fugas de carburante. Los actos vandálicos y de sabotaje están a salvo, a su juicio, al existir 15 cámaras de videovigilancia.

Mismo combustible

Preguntado por las dudas de algunos consumidores sobre la calidad del producto, aseguró que es el mismo que ofrecen las grandes operadoras y que suministran los camiones de la Compañía Logística de Hidrocarburos. Asimismo, insistió que el modelo de negocio de las gasolineras ‘low cost’ está implantado desde hace décadas en la Unión Europea y funciona con éxito.

Menos de un año lleva abierta la gasolinera a las afueras de Salamanca, bajo el rótulo ‘Low Cost Carburantes’ en la carretera CL-517 en dirección a Vitigudino, cerca del Centro de Transportes Cylog. Esta semana, la instalación de autoservicio 24 horas también vendía el litro de gasóleo por debajo del euro (0,979 céntimos, en concreto). Al igual que la recién montada en Valladolid tampoco cuenta con servicios complementarios.

Posicionamiento de las grandes petroleras

La implantación de las gasolineras de bajo coste en la Comunidad no está limitada solo a pequeñas instalaciones con marca blanca sino que es un fenómeno que ha comenzado a calar entre las grandes petroleras. Tanto Repsol como Cepsa, que abanderan la mitad de las gasolineras de España, han desarrollado experiencias piloto con 14 gasolineras ‘low cost’. En Castilla y León hay una estación de estas características en Villodrigo (Palencia) bajo la bandera Red Ahorro, vinculada a Cepsa. Por su parte, Repsol cuenta con una veintena de gasolineras de bajo coste en España, con la enseña Campsa Express, pero ninguna en la Comunidad.

Esta gasolinera, que funciona desde hace un año, se encuentra en la autovía A-62, dirección Palencia, y también ha ofrecido esta semana el litro de gasóleo por debajo del euro. El encargado de la estación de servicio, Santiago Vitores, aseguró que la gasolinera tiene buena acogida entre los conductores, que se traduce en un incremento de las ventas en un 20 por ciento. "Esperamos aumentar estos porcentajes a medida que se vaya conociendo más y ganando la confianza de la gente, sobre todo al comprobar que el modelo es sencillo y seguro", precisó.

Explicó que se trata de una gasolinera autoservicio, lo que ha permitido bajar el precio del carburante. No en vano, ahora solo hay una persona de mantenimiento "Antes había entre tres y cuatro trabajadores, además de una tienda. De ahí la reducción de los costes", declaró.

Vitores destacó que la estación de servicio está totalmente iluminada por la noche y cuenta con cámaras de grabación las 24 horas del día. Además, recuerda que el carburante existente en los tanques es de la misma calidad que en las estaciones convencionales de Cepsa.

Legislar como otras comunidades

El también presidente de la Agrupación Española de Vendedores de Carburantes y Combustibles demandó que la Junta de Castilla y León tome ejemplo de comunidades como Andalucía, Castilla-La Mancha, Navarra y Aragón, hace unos días, para legislar a que haya, al menos, un trabajador formado en cada instalación. Y es que recordó que "no se puede servir un solo litro de combustible sin la supervisión de un trabajador". Pizarro apuntó que la asociación regional ya trasladó hace un año su preocupación a las direcciones generales de Industria y Consumo.

Rafael Pizarro fue al fondo de la cuestión y consideró que algunas de las gasolineras de la Comunidad que ahora están sin personal han llegado a esta situación por el céntimo sanitario que aplicó el Ejecutivo regional.

"Ha supuesto una sangría para el sector, con un desplome de las ventas, que obligó a muchos empresarios a despedir a trabajadores y colocar máquinas de libre servicio", sentenció.