ANIVERSARIO PROTESTA MINERA

La Marcha Negra se hace blanca

Decenas de personas participan en Villablino (León) en la conmemoración de la 25 Marcha Negra, una histórica protesta para reclamar un futuro para el carbón

Ical

Fue una marcha histórica, en la que unos 500 mineros del valle de Laciana, en la provincia de León, partieron a pie, hace ahora 25 años, de la localidad de Villablino en dirección a Madrid para reclamar un futuro para el sector del carbón. Una protesta que estuvo combinada con el encierro de ocho compañeros durante casi dos meses en el pozo Calderón, y que contó con el respaldo y la solidaridad de los vecinos, tanto de la comarca como de sus fronteras.

La denominada Marcha Negra, la primera de las tres que hasta ahora se han desarrollado con el mismo fin de reclamar continuidad y una apuesta por el sector, fue un hito histórico que hoy se ha recordado cuando se cumple el primer cuarto de siglo desde que se llevó a cabo. Un emotivo acto que ha tenido lugar en la Casa de Cultura de Villablino, que se ha quedado pequeña, para recordar mediante un documental esta protesta.

Posteriormente se ha descubierto una pequeña escultura junto al Ayuntamiento de Villablino con forma de una tradicional lámpara de la mina, antes de que las decenas de participantes en estos actos hayan emprendido a pie una marcha hasta el pozo Calderón, uno de los puntos más significativos que tuvo esta reivindicación. La curiosidad es que el trayecto se ha recorrido bajo el manto blanco de la intensa nevada que ha caído en la capital lacianiega durante toda la mañana, una circunstancia meteorológica que ha ido ganando protagonismo y que ha teñido de blanco a los participantes en su caminar.

En el recuerdo todavía hay mucho dolor y muchos sentimientos encontrados de lo que fue una protesta muy dura. Guillermo Murias fue uno de los mineros que permaneció encerrado en el pozo Calderón y que ha vivido este homenaje como un acto "muy emotivo" porque después de 25 años "todavía está en la memoria de la gente". Confiado en que esta efeméride permita "remover conciencias" en la sociedad, recordó momentos "muy buenos", en especial la respuesta que se recibió por parte de la ciudadanía, pero también momentos "de gran preocupación".

En este sentido, Murias relató algunos de los principales días de conflicto con la Guardia Civil así como las complicaciones en los días previos a la decisión de iniciar la Marcha Negra. "Sabíamos que teníamos que sacar el conflicto de la zona y acabar con el enfrentamiento con las fuerzas de seguridad, porque iba a acabar habiendo algún muerto", relata. Sobre la situación actual, reconoce verla "muy negra" por la falta de "voluntad política" dado que, además, existe "menos capacidad de respuesta" por parte de los trabajadores.

Ángel Gutiérrez fue uno de los integrantes de la Marcha Negra y hoy reconocía sentirse emocionado por el calor recibido y por rememorar las vivencias de aquellos días. En su memoria encuentra el primer intento de corte de autopista pero, en especial, la solidaridad que mostró la gente al paso de la comitiva. Ahora, lamenta la situación actual y sigue reclamando un futuro para las comarcas mineras, aunque se muestra optimista y confía en que estas zonas "vuelvan a salir hacia delante".

Rodrigo Antonio Rodríguez también fue uno de los integrantes que caminó hasta Madrid y, con lágrimas en los ojos, no olvida "el carió de tantos pueblos que pasamos". También se acuerda de cómo, a punto de llegar a la capital de España, una de las preocupaciones de los integrantes de la marcha era que los vecinos de la comarca pudieran viajar hasta Madrid ante la presencia de la nieve. "Queríamos que nuestra gente pudiera estar allí" para tener el "calor" de sus vecinos en unos momentos duros en los que además recibieron la negativa del ministro a recibirles.

Manifiesto

En la llegada de la marcha al pozo Calderón se procedió a la lectura de un manifiesto en el que se puso de manifiesto la "lección magistral" que los integrantes de la Marcha Negra dieron durante las 18 jornadas que duró la caminata y los 52 días del encierro y que se encontraron con los "oídos sordos" por parte del Gobierno si bien el país entero llegó a entonar el Santa Bárbara Bendita.

Ahora, un cuarto de siglo después, el valle de Laciana "no está para fiestas" como tampoco lo están las minas de carbón después de más de 30 años "de sangría social y económica", y en un momento "nostálgico" se rinde homenaje a una de las luchas "que deben conocer las generaciones jóvenes, y no solo en Laciana, sino en León y en España también" y que tienen que servir para "mirar el presente con el mismo coraje y la misma valentía que alentó aquella gesta obrera y ciudadana".