MEDIO AMBIENTE

Objetivo: Reducir el consumo energético un 10%, en cuatro campus universitarios

  • Se trata de un plan de choque para frenar un gasto que este último año se elevó a los cuatro millones de euros

Ical

La Universidad de Valladolid prevé reducir su consumo energético entre un diez y un quince por ciento en el umbral de 2013 con la implantación de un conjunto de medias sostenibles en sus cuatro campus, los de Valladolid, Soria, Segovia y Palencia. Algunas de éstas ya han comenzado a aplicarse, fruto del Plan de Sostenibilidad Energética que se aprobó en 2009, con el anterior equipo de gobierno. Se trata de un plan de choque para frenar un gasto que este último año se elevó a los cuatro millones de euros, el dos por ciento del presupuesto que maneja la institución académica.

Así lo explicó el rector de la Uva, Marcos Sacristán, con motivo de las Jornadas de ahorro y eficiencia energética, que se celebran hasta este jueves en el edificio Rector Tejerina y el Complejo PRAE de la Fundación Patrimonio Natural de Castilla y León, para informar de la situación energética de los edificios de la Universidad, del contenido del plan, y para conocer tecnologías que ya se aplican en otros complejos de similares características para conseguir mayores ahorros con la misma calidad energética y ambiental.

Sacristán manifestó que la Universidad debe dar ejemplo de un consumo responsable y sostenible de energía, más aún teniendo en cuenta que dentro del proyecto ‘Triangular E3. Los horizontes del Hombre’, reconocido como Campus de Excelencia Regional por el Ministerio las pasada semana, esta institución abordará todo lo referido a la ecomovilidad. Es más, desde su punto de vista, “sólo una política de fomento del ahorro energético y una gestión energética o suministro de energía útil al usuario final, perfectamente planificada a escala total, puede mantener la energía consumida de los cuatro campus en un entorno controlable”. “Desde un planteamiento de calidad y responsabilidad, se impone una política de ahorro y gestión sostenible”, sentenció.

Calefacción de distrito

Entre las nuevas medidas que se aplicarán de manera inmediata, figura la instalación de una ‘calefacción de distrito’ en el Campus Miguel Delibes, en Valladolid, a partir de una caldera de biomasa que suministrará energía a los nueve edificios del complejo. El objetivo es reducir a la mitad el consumo energético, para lo que la Universidad trabaja en un convenio con la Consejería de Fomento y Medio Ambiente. Además, el objetivo es poder extender el modelo en el futuro a otras agrupaciones de edificios.

La experiencia arrancará en el Miguel Delibes, teniendo en cuenta que es una zona ‘ideal’ por aglutinar nueve edificios en un área pequeña y porque dispone de espacio para la instalación de la caldera, precisó el vicerrector de Patrimonio e Infraestructuras, Antonio Orduña.

Otra de las novedades pasa por la construcción del llamado edificio Lucía (Lanzadera Universitaria de Centros de Investigación Aplicada), cuyas obras comenzarán en diciembre. Será el primer inmueble bioclimático, con cero emisiones y capaz de autoabastecerse de energía de la Universidad.

Además, la institución acaba de sumarse al Plan de Activación de Empresas de Servicios Energéticos, algo “pionero” en el ámbito nacional, en el que participarán tres edificios –la Residencia Alfonso VIII, el Aulario Campus Esgueva y la Escuela de Ingenierías Agrarias de Palencia-. Consistirá en sustituir las calderas de gasoil, de gran consumo, por otras más eficientes, lo que podría suponer un ahorro energético de entre un diez y un quince por ciento.

Otras medidas

Partiendo que “la situación energética de la Uva es mala”, en palabras de Orduña, por la edad de los edificios –la mayoría superan los 30 años-, por carecer buena parte de ellos de aislamientos térmicos y tener sistemas de producción y uso energéticos poco eficaces, el Plan de Sostenibilidad se articula en cuatro ejes: recaudar información; formación ambiental y energética a toda la comunidad universitaria; medidas de actuación y apuesta por las energías renovables.

Para desarrollar esta estrategia, la Universidad realizará un inventario energético en los 50 edificios de los cuatro campus; ha encargado ya 18 auditorías energéticas para optimizar los consumos (han arrojado que los más elevados se dan en la Facultad de Medicina, la residencia universitaria Alfonso VIII y la Escuela de Ingenieros Industriales); y está certificando diez edificios, así como mejorando las cubiertas y ventanas de otros. Ésta última acción ya ha permitido ahorros energéticos de un 20 por ciento en los edificios donde se ha llevado a cabo, explicó el director de la Oficina de Calidad Ambiental, Francisco Javier Rey Martínez.

Además, se han colocado balastros eléctricos con sensores, por ejemplo, en el Edificio Reina Sofía –con un ahorro real del 30%-, que también se instalarán en el Palacio de Santa Cruz. A ello se suman los intentos por activar la energía solar y geotérmica, y cursos formativos, en colaboración con el Ente Regional de la Energía (EREN).

En su conjunto, Rey Martínez estimó las acciones emprendidas han supuesto una reducción de 1.360 kilowatios, 313 de toneladas de emisiones de CO2 y, en términos económicos, 200.000 euros.