Había que colocar una tijera abierta sobre los huevos para impedir que se atronaran, se estropearan cuando había tormenta. Y por supuesto una cruz de sal para que no entraran las brujas, o en la mañana de San Juan recoger hierbas para colocar en la ventana y espantar los malos augurios todo el año. Son algunas de las supersticiones, credos, leyendas devocionales recogidas por la Diputación en una curiosa muestra que presenta un ecléptico mapa de las creencias populares salmantinas.
 
Más de 50 localidades aportan piezas a esta muestra llena de detalles. Desde roscas para las ofrendas hasta exvotos en agradecimiento a los cristos y vírgenes más milagreras.
 
Ritos arraigados en las ermitas, fervores de otro tiempo, amuletos, protecciones contra todo tipo de males. Un mundo lejano, que es de ayer, pero en el que se encuentran muchas claves para entendernos hoy.