SOCIEDAD

Crecen un 15,8% las denuncias por abuso sexual a menores

Save the Children avisa que el sistema 'está fallando'

Europa Press

 

El número de denuncias por abusos sexuales a menores en España aumentó un 15,8 por ciento, pasando de 3.502 en 2015 a 4.056 en 2016. Si bien, el 85 por ciento de los casos no se denuncian y de los que entran en el sistema legal, el 70 por ciento no llegan a juicio oral, según el informe de Save the Children 'Ojos que no quieren ver'.

"Las administraciones públicas deben reforzar un sistema que está fallando. La prevención puede reducir los casos de abusos a la mitad", ha señalado este miércoles 20 de septiembre en rueda de prensa la responsable de políticas de infancia de Save the Children, Ana Sastre, que también ha apuntado otras barreras como los tabús o la "revictimización" durante el proceso judicial.

El estudio, en el que la ONG ha analizado más de 200 sentencias judiciales, también revela que en la mitad de los casos el abusador es un familiar y en un 30 por ciento, una persona del entorno; y pone de relieve que los casos denunciados son solo la punta del iceberg pues calculan, de acuerdo a diversas fuentes, que entre un 10 y un 20% de la población española ha sufrido abusos sexuales en la infancia.

En cuanto al perfil del abusador, el informe pone de manifiesto que el 87 por ciento son hombres, que en el 60 por ciento de los casos no son desconocidos para el menor, que no son enfermos mentales y que la mayoría son abusadores "circunstanciales" y no pedófilos --que se sienten atraídos por los niños--.

Atendiendo a las víctimas, el director general de Save the Children, Andrés Conde, alerta de que los casos de abusos sexuales a menores afectan a todas las clases sociales y que ocurren por igual a niños y niñas, sobre todo a aquellos más vulnerables: "con baja autoestima, de familias sin la figura de un adulto protector o con discapacidad intelectual".

Por sexo, en el caso de las niñas los abusos se producen mayoritariamente entre los 7 y los 10 años por parte de un miembro de su familia, mientras que la mayoría de los niños los sufren entre los 11 y los 12 años por parte de un adulto con autoridad de su entorno, como un profesor o un monitor.

CUARTO AÑOS SUFRIENDO ABUSOS

Además, según se desprende de los datos, los abusos sexuales en la infancia se prolongan de media cuatro años y las secuelas que quedan dependen en gran medida de cómo reaccione la familia del niño --serán mayores si el entorno cuestiona la versión del menor y si hace "una catástrofe" de lo ocurrido--.

En cuanto al proceso judicial, la ONG pone de manifiesto que dura de media tres años y que los niños tienen que repetir su declaración hasta cuatro veces, siendo en la mayoría de los casos juicios a puerta abierta. Además de suponer un "trauma" para el menor, según ha precisado Sastre, declarar en estas condiciones puede llevar a que el testimonio no sea tenido en cuenta y a que el caso sea sobreseído, lo que ocurre en el 70 por ciento de los casos.

Teniendo en cuenta, según ha precisado Sastre, que en "más del 90 por ciento" de los casos, la única forma de probar el abuso es el testimonio del niño o adolescente, considera que hay que "cuidar escrupulosamente" las condiciones en que se realiza dicha declaración. Asimismo, ha pedido que en la mayoría de los casos se opte por la prueba preconstituida --que se declare solo una vez y se grabe--.

EL 70% NO LLEGAN A JUICIO

En cualquier caso, la ONG advierte de que uno de los principales problemas es que el 70 por ciento de los casos no llegan a juicio oral. Por ejemplo, en 2015, se iniciaron 1.239 procesos judiciales de los cuales se dictaron 229 sentencias, de las que 202 fueron condenatorias.

El hecho de que la mayor parte no lleguen a juicio oral lo atribuyen a los "tabús" y a que "el niño no tiene ese derecho a ser escuchado en condiciones". También han rechazado la "tendencia" que existe a creer "que el niño inventa", algo que solo ocurre "en un 7 por ciento" de los casos en los procesos judiciales, según ha puntualizado Sastre citando otros estudios.

Save the Children pide al Gobierno que se apruebe una ley orgánica para la erradicación de la violencia contra los niños y adolescentes, que se cree una fiscalía específica, que se garantice la educación afectivo sexual en los colegios para que los niños sepan identificar un abuso y que se incluya formación sobre violencia contra la infancia en la carrera de magisterio.

Precisamente, la ONG considera fundamental este último punto así como la existencia de protocolos específicos en las escuelas pues, según el informe, en un 85 por ciento de los casos en los que el menor contó a un profesor lo que le estaba sucediendo, no hubo una notificación a las autoridades competentes.

Save the Children también reclama que el plazo de prescripción de los delitos de abusos sexuales en la infancia --entre cinco y 15 años dependiendo de la gravedad del delito-- empiece a contar a partir del momento en que la víctima cumple 30 años y no a los 18 años, como ocurre actualmente.