MEDIO AMBIENTE

El dron de Defensa para la prevención de incendios realizó 130 horas de vuelo y redujo tres fuegos a conatos

Juan Carlos Suárez-Quiñones destaca la relevancia de estos aviones 'para evitar que se inicien incendios'

Ical

El avión tripulado remotamente del Ministerio de Defensa que participa en la campaña de extinción y prevención de incendios de la Junta de Castilla y León realizó desde julio un total de 130 horas vuelo, repartidas en 28 salidas, que permitieron detectar tres incendios, uno de ellos en Villaquilambre, que quedaron en conatos.

Así lo apuntó el consejero de Fomento y Medio Ambiente, Juan Carlos Suárez-Quiñones, durante su visita al sistema de vuelos del aparato al que se refirió como "más que un dron", al ser uno de los aviones no tripulados con control remoto de los cuatro que se encuentran en la base aérea de la Virgen del Camino (León) y que colaboran con la Junta de Castilla y León en las labores de prevención y extinción de incendios.

Una colaboración que se enmarca dentro de la colaboración más amplia de la Junta con el Gobierno de España y que se realiza a través del ejército del aire con los aviones puestos a disposición por el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, a través de la Unidad Militar de Emergencia y a través de las BRIF, la Guardia Civil y las demás fuerzas de seguridad del Estado "en una labor muy importante en la lucha contra la lacra que suponen los incendios forestales".

Dentro de dicha colaboración, durante esta legislatura se firmó un convenio con Defensa con la finalizad de utilizar los aviones no tripulados para realizar vigilancia forestal. Así, en el año 2017 hizo sus primeros vuelos circunscritos al territorio del Bierzo, "cuyos montes han venido siendo atacados de manera muy preocupante por incendios provocados", lo que obliga a "reforzar los medios de extinción pero también la prevención".

Dentro de esta campaña, los aviones comenzaron a operar el día 17 de julio y lo harán hasta septiembre, con la diferencia de que en vez de operar desde Pajares de los Oteros, en esta ocasión lo hace desde la Virgen del Camino, al operar desde la base aérea.

Juan Carlos Suárez-Quiñones destacó la relevancia de estos aviones, que permiten "contar con medios de prevención para evitar que se inicie el incendio y para que en el caso de que se inicie el fuego por causas fortuitas, que la detención temprana sea operativa" para que los incendios queden en conatos.

La operación de este avión tripulado remotamente se une a otros medios preventivos como son las torres de vigilancia forestal de la Junta de Castilla y León y las cámaras instaladas en los montes del Bierzo, Soria y Zamora y que serán duplicadas en una segunda fase del proyecto con 1,7 millones de euros que permitirán su financiación y la instalación de 18 cámaras totales en El Bierzo.

El consejero de Fomento y Medio Ambiente explicó que en el año 2017 el avión tripulado remotamente (RPA) intervino en 28 incendios, 147 horas, en los que transmitió información, dio alertas y colaboró en la perimetración del incendio en las zonas donde el operativo de incendios necesitaba intervención.

Durante lo que va de la campaña de incendios en 2018, en la que "habido muchos menos incendios forestales", el RPA detectó tres incendios, entre ellos uno en Villaquilambre, tras realizar 28 vuelos y 130 horas.

Searcher MK III-J

El teniente coronel Jesús Ángel del Barrio, explicó que el sistema del avión pilotado remotamente tiene 8,5 metros de embergadura y pesa en su despegue 435 kilos, mientras que es pilotado remotamente mediante una cabina en la que está una tripulación formada por un piloto operador de vuelo y un operador de carga que maneja la cámara tanto diurna como nocturna. El operativo formado por la Junta de Castilla y León en la base aérea de la Virgen del Camino está compuesto por 25 efectivos, que operan diariamente durante seis horas en la zona asignada que se centra en El Bierzo.

Para del Barrio, entre las ventajas que ofrece el sistema se encuentra que tiene un alcance de 200 kilómetros y que permite volar a 20.000 pies, es decir, unos 6,5 kilómetros de altura, lo que permite que "por debajo puedan operar los medios contra incendios para su extinción".

Coordinación

Por su parte, el subdelegado del Gobierno en León, Faustino Sánchez, recordó que el Estado es consciente del peligro que suponen los incendios, motivo por el que pone a disposición de la Junta todos los medios de los que dispone.

En este caso, la actuación del operativo mediante aviones tripulado remotamente que pertenecen al Ejército de Tierra, supone "un ejemplo más de coordinación entre las dos administraciones", así como de "la coordinación entre el Ejército del Aire y el de Tierra", ya que Tierra tiene el aparato pero el del Aire dispone de los medios tanto para albergarlo como para que pueda volar.

Sánchez señaló que esta coordinador muestra "la implicación del ejército con la ciudadanía", ya que se trata de "colaborar y contribuir en la lucha de algo que nos afecta a todos, como son los incendios forestales".