La localidad segoviana de Riaza acogió este jueves por primera vez el final de una etapa de la Vuelta Ciclista a España, la decimoctava, con 204 kilómetros, salida en Roa (Burgos) y a sólo tres días de que el pelotón llegue a Madrid. El puerto de la Quesera, de primera categoría y localizado en la sierra de Ayllón, terminó de agitar la carrera a 14 kilómetros de la meta, situada en la explanada del parque del Rasero, donde la fiesta estaba garantizada desde horas antes con la presencia de miles de aficionados.

La villa serrana, especialmente animada por la coincidencia de las fiestas patronales, se volcó con el pelotón y la caravana que lo arropa, formada por unas 2.500 personas, tantas como viven en esta población del nordeste de Segovia.

Además, la organización de la prueba había seleccionado esta etapa entre las once que integran la Vuelta Ciclista Junior, que se desarrolló en las horas previas a la llegada de los profesionales con la participación de 140 escolares.

Ganó el franco-irlandés Nicolas Roche (Team Sky), que evitó una nueva victoria española al superar en los últimos metros al guipuzcoano Haimar Zubeldia (Trek Factory Racing). El holandés Tom Domoulin (Giant-Alpecin) consiguió retener el maillot rojo tras entrar a 38 segundos junto al resto de favoritos, por lo que la clasificación general no registró cambios en sus primeros puestos.

El pelotón afronta todavía este viernes en tierras castellanas y leonesas la decimonovena etapa, de 189,4 kilómetros con salida en Medina del Campo y un final en Ávila que amenaza con penalizar a quien se confíe. El italiano Fabio Aru (Astana) se mantiene a sólo tres segundos y el barcelonés Joaquim 'Purito' Rodríguez (Team Katusha), tercero a 1.15, promete plantar batalla con la mente también en la jornada del sábado (San Lorenzo de Escorial-Cercedilla), donde cuatro puertos de primera determinarán el podio del domingo Madrid.