Con la pesca eléctrica controlan las poblaciones

Un sobresaliente para la fauna piscícola de Castilla y León

Cada otoño los técnicos analizan 200 tramos de río en toda la Comunidad. En total se revisan 500 puntos de control cada 3 años

Pez que sale del agua, pez que vuelve a entrar. Y así uno por uno en los 200 tramos de río que muestrean los agentes medioambientales cada otoño en Castilla y León. Acotan 100 metros de río, aturden a los peces mediante pequeñas descargas eléctricas, los recogen con delicadeza, los miden, los pesan, los tranquilizan en piscinas con agua altamente oxigenada y de nuevo los dejan en el río. Nadie se lleva nada. Salvo los técnicos que realizan las anotaciones necesarias para conocer la progresión de la pesca en esa zona determinada.  "Hacemos al menos tres pasadas para sacar todos los peces que haya en ese tramo. Truchas, gobios, bermejuelas...", Apunta uno de ellos.

Estos controles sirven, entre otras cosas, para determinar antes del inicio de la temporada de pesca, cuantas truchas podrán capturar los pescadores en cada uno de los tramos de Castilla y León. Estos muestreos se realizan de la misma forma en el resto de provincias. En total, 200 durante la estación de otoño.

Según el Jefe de Caza y Pesca de la Junta, Ignacio de la Fuente: 'Castilla y León es paraíso de pescadores porque cada cuenca y cada tramo de río es diferente al resto. No tenemos niveles de introgresión de trucha centroeuropea, como en el resto de las Comunidades Autónomas. Y, sobre todo, la pureza genética de la trucha de Castilla y León está garantizada".

La otra gran conclusión es que el número de pescadores ha aumentado notablemente en la Castilla y León. De 102.000 el año pasado a 139.000 en la presente campaña.