Movimientos migratorios

Medio centenar de aves han sido catalogadas en su paso por los humedales de Atapuerca

  • En una semana 250 ejemplares como el amenazado carricerín cejudo han sido anillados para seguir su rastro desde el norte de Europa hasta el sur del Sahara.

rtvcyl.es

El verano toca a su fin y las aves también regresan a sus hogares de invierno. Estos días atraviesan Castilla y León miles de especies que han pasado la época de cría en toda Europa y se dirigen hacia latitudes más cálidas, al sur del Sáhara. Un proceso que siguen de cerca en lugares como los humedales de Atapuerca, en Burgos. Allí se anillan algunos ejemplares para conocer más sobre sus rutas y comportamiento.

A través de una red se atrapa a estos pequeños pájaros y se procede a su anillado. A lo largo de la semana 250 ejemplares han sido pesados y medidos para poder seguir su rastro. "Lo que hacemos es ponerles una anilla con un código alfanumérico con el que se consigue individualizar al pájaro; hacerlo único entre todos los de su especie", explica el coordinador del proyecto del anillamiento, Juan Conde Jaquodot.

Han criado en el norte de Europa y en su emigración hacia África, aprovechan humedales como éste para descansar y reponer fuerzas. "En el camino utilizan los humedales como gasolinera, para descansar, comer y ganar grasa."

Medio centenar de especies diferentes han sido catalogadas. Entre ellas alguna gravemente amenazada, como el carricerín cejudo. "Es una especie globalmente amenazada que tiene sus lugares de cría en Polonia, Ucrania y Bielorrusia y utiliza la Península Ibérica como lugar de paso en sus viajes hasta países como Senegal."

Tras ser analizadas, las aves son puestas en libertad para continuar su camino.