Los agentes medioambientales han entregado hoy "sus armas" en Valladolid. Frente a la Consejería de Fomento y Medio Ambiente. Ahí han depositado en unas cajas sus libretas y sus bolígrafos. Según ellos, todas sus armas de defensa diaria. Posteriormente serán donadas a una ONG como material escolar. 

Se sienten indefensos, impotentes e inseguros. No quieren que sucedad lo que ocurrió el pasado 21 de enero en Lleida, cuando un cazador abatió a tiros a 2 compañeros, guardas rurales, en un arrebato de ira. 

Hoy han pedido bajo el despacho del Consejero Juan Carlos Suárez-Quiñones mayor protección, que puedan usar armas cortas, gas pimienta, defensas, grilletes, "como cualquier agente de seguridad de un centro comercial".

Exigen además a la Junta un protocolo de actuación apra esta situación conflictiva, un plan específico de formación en materia de seguridad, y que reponga a los efectivos que han sido baja en la última década. Deberían de ser 1.000 agentes medioambientales y 200 celadores, y tan solo hay 800 de los primeros.