RELIGIÓN | La Diócesis espera 'refuerzos'

En busca de monjas para poblar el convento de Santa Clara de Ciudad Rodrigo

Las tres últimas religiosas que permanecían en el edificio del siglo XIII se trasladaron durante los últimos días a los conventos de Monzón y Zamora

Carlos Tabernero / Ical

El monasterio de Santa Clara de la localidad salmantina de Ciudad Rodrigo vio partir durante estos últimos días a las tres monjas que aún permanecían en el edificio del siglo XIII, dejándolo tras ocho siglos sin religiosas, a la espera de su regreso una vez que la Federación del Sagrado Corazón de la provincia de Santiago, compuesta por 37 conventos de 13 provincias españolas y dos de Angola, decida qué refuerzos enviar para volver a poblar el monasterio mirobrigense.

Así lo explicó el obispo de Ciudad Rodrigo, Raúl Berzosa, quien aseguró que no se trata del fin definitivo de la congregación clarisa en la localidad mirobrigense sino de "un compás de espera para coger impulso" con la llegada de esos nuevos refuerzos, por lo que consideró la marcha de las tres religiosas, que hasta la pasada semana habitaban en el monasterio de Santa Clara, como "un viaje provisional".

Y es que la idea, según Berzosa, es que las tres monjas que quedaban en el convento de las clarisas situado entre las calles Santa Clara, Rastrillo y el paseo de Carmelitas de la localidad mirobrigense "se integren en comunidades mayores para que puedan celebrar, convivir y enriquecerse con otras religiosas de otros monasterios porque vivir tres es muy poco", motivo que llevó a que el convento de Santa Clara de Ciudad Rodrigo haya quedado vacío y sin fecha fija de regreso.

No obstante, el prelado de la Diócesis mirobrigense aseguró que la determinación sobre lo que ocurra con la presencia o no de religiosas clarisas en el monasterio la tomará la Federación del Sagrado Corazón en la próxima reunión o capítulo de la orden de clarisas, donde las madres superioras o abadesas de los 37 monasterios que la conforman, incluida sor Rebeca como titular del convento mirobrigense, decidirán qué nuevas religiosas se trasladan a Ciudad Rodrigo para permitir que se retome la actividad habitual del monasterio.

La reunión tendrá lugar "entre marzo y abril" y se espera que, una vez tomada la resolución, su efecto sea "inmediato" y el traslado de las nuevas hermanas se produzca "lo antes posible, esperemos que antes del verano", tal y como afirma el obispo de Ciudad Rodrigo, para que las tres hermanas que hasta estos últimos días permanecían en el convento mirobrigense también puedan volver.

De hecho, dos de ellas son mirobrigenses: una, la madre superiora sor Rebeca, fue trasladada a Zamora junto a otra de las monjas que se encontraban en el monasterio de Santa Clara de Ciudad Rodrigo, mientras que la mayor de todas, también mirobrigense, se encuentra en el monasterio de La Inmaculada de la localidad oscense de Monzón del Cinca, junto a la presidenta de la Federación del Sagrado Corazón, para trasladarle la problemática del convento mirobrigense y la inquietud por su futuro antes del capítulo de la orden.

Regreso a Kenia

La situación de la falta de religiosas en el convento de Santa Clara de Ciudad Rodrigo que motivó la marcha de las tres monjas que quedaban durante estos últimos días viene propiciada por el regreso a su país de origen de las tres jóvenes keniatas que se encontraban en formación como profesas temporales en el monasterio mirobrigense y que "regresaron a su país para la profesión solemne", aseguró el obispo de Ciudad Rodrigo, Raúl Berzosa.

Dos de estas tres monjas, sor Teresa y sor María Magdalena, de hecho realizaron su profesión simple de fe el pasado mes de agosto de 2014, coincidiendo con la renovación de los votos de sor María Visitación tras 50 años, y la tercera, sor Sara, era la más veterana de entre las keniatas, en las que se depositaba parte de la esperanza del futuro de la presencia de religiosas en el monasterio de Santa Clara de Ciudad Rodrigo.

Con su marcha, será la Federación del Sagrado Corazón de la provincia de Santiago, que aglutina 37 monasterios de 13 provincias españolas y dos angoleñas con 568 hermanas, la que decida en los próximos meses qué hacer y qué refuerzos enviar para volver a poblar un monasterio, el de Santa Clara de Ciudad Rodrigo, que no obstante "sigue abierto con su capellán, don Carlos", afirmó Raúl Berzosa, y de cuyo mantenimiento se ocupará la Diócesis "en este compás de espera".