Jesús Merino ha negado haber recibido pagos de los cabecillas de la trama Gürtel. El que fuera vicepresidente de la Junta hasta 1999 ha asegurado que no medió para hacer adjudicaciones. Ha reconocido eso sí que tenía amistad con Bárcenas. Su defensa se ha centrado en las contradicciones de Correa, y solo ha contestado a su abogado y a la fiscal.

Ante la pregunta de su intermedió a favor de algunas empresas o para adjudicaciones en Castilla y León o en cualquier otro sitio, contesta que 'en absoluto'.

Jesús Merino defiende su inocencia: "Ni estás en la lista de regalos, ni estás en la lista de viajes, ni estás en la grabación de cientos y cientos de horas".

Durante sus 8 años en el gobierno regional dice que las adjudicaciones se hicieron a través de una mesa de contratación, como ya se demostró, argumenta, en la pieza separada de la variante de Olleros, que fue archivada.

Y ha negado haber recibido pagos de Francisco Correa. Se refugia a las contínuas contradicciones de Correa. También asegura que más allá de 1999 dejó de tener contacto con los responsables de la Junta, y que desde su puesto de diputado por Segovia no tenía competencias para adjudicar nada. Aunque reconoce que sí facilitó documentación a Crespo en la adjudicación de una campaña de publicidad de promoción de la mujer.

Ha reconocido que era amigo de Bárcenas, que le puso en contacto con los propietarios de la planta de purines de Langa, en Soria, a la que asesoró desde su despacho de abogados. Y ha negado que participase en las adjudicaciones de la campaña electoral de 2003.