La primera fase de 2017 del programa de reparto de alimentos, a través del Fondo Español de Garantía Agraria (Fega), repartirá 981.742 kilos de productos entre 59.332 personas más desfavorecidas de la Comunidad, lo que supone un 6,7 por ciento menos que en la misma convocatoria del año pasado. Los alimentos, que están valorados en 786.378 euros, serán distribuidos por el Banco de Alimentos y Cruz Roja Española entre 452 organizaciones no gubernamentales de la región.
La delegada del Gobierno en Castilla y León, María José Salgueiro, presentó hoy el plan del programa anual, que funciona desde 1987 gracias a la aportación de fondos europeos (85 por ciento) y del Ministerio de Agricultura (15 por ciento). Recordó, según declaraciones recogidas por la Agencia Ical, que los planes comunitarios de ayuda alimentaria tienen como finalidad promover la cohesión social, reforzar la inclusión social y, por lo tanto, contribuir a erradicar la pobreza.
Los alimentos que se distribuyen son de carácter básico, poco perecederos y de fácil transporte, adquiridos a través de licitaciones públicas. Se trata de productos como arroz blanco, cacao soluble, cereales infantiles, conservas de atún, crema de verduras, fruta en conserva, galletas, garbanzos cocidos, judías verdes en conserva, leche de continuación en polvo, leche UHT, pasta alimenticia, tarritos infantiles de fruta y pollo y tomate frito en conserva.
Al igual que en otras ocasiones, el programa se articula en tres fases. La primera es la que se presentó esta mañana en la sede de la Delegación del Gobierno y se desarrolla actualmente; la segunda, en octubre, y la tercera, en marzo de 2018, con el fin de dar continuidad a los planes de cada año. Salgueiro apuntó que la estimación es que el coste de alimentos en la Comunidad en los tres repartos alcance los 4 millones de euros.
La Delegación del Gobierno y las nueve subdelegaciones actuarán como organismos de control de todo el proceso así como de coordinación del programa conjuntamente con las dos organizaciones asociadas de distribución. El presidente autonómico de Cruz Roja, José Varela, destacó la gran calidad de los productos que repartirán a unas 30.000 personas, de las que 1.377 son lactantes. Reconoció que el descenso del número de beneficiarios está relacionado con la mejora de la situación económica, sin olvidar que las dificultades persisten en la sociedad.
En el mismo sentido se pronunció el vicepresidente de la Federación del Banco de Alimentos de Castilla y León, José Luis Herrero, al apuntar que su organización ha detectado menos personas necesitasas en las capitales de provincia más industrializadas. Además, valoró el tipo de alimentos que, habitualmente, escasea en sus almacenes y que suelen proveerse en determinadas operaciones kilo o donaciones puntuales.