El consejero de Sanidad, Antonio María Sáez, adelantó hoy que la unidad de cuidados cardiológicos avanzados del Hospital Clínico Universitario de Valladolid está en disposición de poder tratar a unos 4.400 pacientes al año procedentes de Castilla y León. "La atención se va poder adaptar mucho mejor a las distintas tipologías de enfermos en función de la complejidad y la intensidad de los cuidados", precisó en la inauguración de la nueva dotación hospitalaria.
"Creo que las nuevas dotaciones que hemos incorporado en la instalación están entre las mejores de este tipo en la sanidad pública española", se congratuló Sáez, quien precisó que el servicio contará con tres tipos de unidades con posibilidades de ampliación de camas si es preciso y una similar o mayor capacidad en tecnología que "la que pueden tener las unidades de cuidados intensivos".
Lo inaugurado hoy responde a un espacio asistencial que Sáez calificó de "puntero en España" y que ha supuesto una inversión de 4.260.878 euros. En esta nueva área de cuidados cardiológicos, las zonas de trabajo se han distribuido en tres partes -unidad de cuidados agudos, área de cuidados intermedios y unidad de cardiología intervencionista- con un aumento de superficie respecto a la antigua unidad del 66 por ciento pasando de 750 a 1.202 metros cuadrados.
Según la distribución de espacios asistenciales, la primera zona –con 512 metros cuadrados- se centra en los cuidados agudos, antiguamente conocida como unidad coronaria, donde se integran los equipos de profesionales y los recursos tecnológicos necesarios para la asistencia de los pacientes cardiológicos más graves.
Está formada por diez camas -frente a las seis que había hasta ahora- y es una unidad de cuidados intensivos de altísima complejidad asistencial. Dispone de diez respiradores, cuatro para ventilación invasiva y seis más para ventilación no invasiva, que si es necesario pueden funcionar para ventilación invasiva.
En la siguiente zona se ubica el área de cuidados intermedios, con cuatro camas, en donde están ingresados pacientes que necesitan cuidados especiales y monitorización continua, pero no procedimientos complejos. Dispone también de seis sillones para la atención de pacientes ambulantes o que vienen de otros centros, con el objetivo de monitorizar su control clínico y su tratamiento, antes y después de la realización de procedimientos intervencionistas.
La segunda gran zona asistencial es un área de 690 metros cuadrados y cuatro salas que conforman la unidad cardiología intervencionista, en la que se realizan los procedimientos de hemodinámica y de arritmias, con la más avanzada tecnología para poder realizar cateterismo cardíaco diagnóstico y terapéutico.
Estas salas se convertirán en una moderna plataforma para la investigación, el desarrollo y la innovación en el campo de la cardiología intervencionista. Junto a los cateterismos cardiacos diagnósticos se podrán realizar estudios electrofisiológicos; angioplastias coronarias; implante de prótesis intracardiacas; tratamientos de arritmias cardiacas o implante de marcapasos; y otros dispositivos. Una ventaja es que todo se puede realizar con mayor precisión, lo que en algunos casos posibilita tratamiento percutáneo frente a cirugía abierta.
Bloque técnico concluido
Antonio Sáez explicó que con la puesta en marcha de la unidad de cuidados cardiológicos avanzados del Clínico de Valladolid se concluye el desarrollo nuevo bloque técnico hospitalario con una obra que ha supuesto una inversión "muy importante" de 78 millones de euros en todas las unidades previstas, quirófamos, reanimación, las urgencias, la farmacia hospitalaria, anatomía patológica y esterilización. A ello, añadió los 24 millones que se han invertido en equipamiento tecnológico, que incluyen 4,2 millones en el área de cadiología
"Con ellos estamos en condiciones de ofrecer un servicio importantísimo a los ciudadanos y en los próximo meses se procederá a la ejecución del proyecto de construcción de nuevo edificio de consultas externas, para lo cual debe demolerse antes una antigua central térmica que ya no está en uso", manifestó Sáez.
El consejero reseñó que en 2017 se están realizando otras inversiones en el Clínico por importe de 3,8 millones de euros que incluyen la actualización de un acelerador lineal y de un TAC, la adquisición de un neuronavegador con TC y ecografía intraoperatoria, ocho nuevos ecógrafos, 80 nuevas camas hidráulicas y más de 600 equipos de tecnología media.
Por su parte, el jefe de Servicio de Cardiología del Hospital Clínico Universitario de Valladolid, Alberto San Román, dijo que la nueva unidad avanzada de cuidados cardiológicos "es un ejemplo de al altísima especialización" de los profesionales médicos y de enfermería para el tratamiento de cualquier enfermedad del corazón, actuando al máximo nivel como puede hacerse en los mejores hospitales del mundo".
En su opinión, los medios utilizados hasta ahora eran punteros "pero se estaban quedando tecnológicamente un poco atrás y ahora se va a ofrecer un mejor servicio a los pacientes, que van a poder percibir la calidad asistencial que se ofrece como excelente".