Los embalses gestionados por la Confederación Hidrográfica del Duero se encuentran por sexto mes consecutivo en situación de alerta. Están al 53% de su capacidad. Es decir casi un 40 por ciento más bajos que el año pasado a estas alturas. El Ministerio de Agricultura continúa tramitando la aprobación de un Real Decreto de sequía.

La Cuenca del Duero es la que más ha descendido en porcentaje de las de toda España. Está un 37 por ciento más vacía que el año anterior. Le siguen las del Tajo, la del Miño-Sil y la del Guadalquivir.

Así el embalse de Aguilar de Campoó al norte de Palencia no llega a un tercio de su capacidad. Cuando hace un año estaba casi lleno. 

Lo mismo que el de Compuerto en el sistema Carrión. Alberga 35 hectómetros cúbicos de los 95 posibles. 

En Soria, el de la Cuerda del Pozo está prácticamente a la mitad de su capacidad, 129 hectómetros cúbicos. En 2016 rozaba el lleno por estas fechas.

En la provincia de León la sequía también está haciendo mella. El embalse de Riaño está por debajo de la mitad. Recepciona actualmente 310 hectómetros cúbicos, cuando hace un año estaba al 90%. Misma situación que el de Barrios de Luna que está al 50 por ciento con 154 hectómetros cúbicos cuando en 2016 rozaba el lleno en junio.

El embalse de Úzquiza en Burgos también está por debajo de la mitad de lo que puede albergar. 35 hectómetros cúbicos de los 75 posibles.

La Confederación Hidrográfica mantiene que los sistemas más preocupantes continúan siendo los del Órbigo, Carrión, Pisuerga y Bajo Duero. No ostante garantiza que dentro de sus competencias el abastecimiento humano está asegurado durante todo el verano.