La huelga de los estibadores continúa adelante. Sus efectos se notan en aduanas como la de Burgos. Pero después  de tres meses de conflicto las grandes navieras y las empresas de logística han buscado alternativas para paliar sus efectos. Los mas beneficiados son los países vecinos que están recibiendo el flujo de las mercancías.

A las espera de las nueva convocatoria de huelga, la actividad es prácticamente normal en la aduana de Burgos. Durante la ultima fase del conflicto se ha ralentizado, pero no detenido.

Son ya tres meses de paros y huelgas encubiertas que ha obligado a tomar soluciones paralelas. Las mayores navieras del mundo han decidido evitar los puertos españoles. Las mercancías se descargan en países vecinos con lo que la incidencia de la huelga es cada vez menor.

Para evitar problemas como los sufridos al inicio del conflicto y ante los avisos de huelga en la aduana de Burgos también han variado sus rutas de descarga, para evitar los puertos de Valencia y Barcelona.

Eso sí, el tiempo de llegada a destino es mayor con los que los retrasos se notan. La industria de la automoción y la alimentación continúa siendo la mas afectada.