Los ganaderos al sur del Duero ya no saben qué hacer ante los frecuentes ataques de los lobos. "En el mes de agosto hemos sufrido uno. En julio, tres. En lo que va de año, quince. Esto no se puede aguantar. Nosotros no podemos seguir así". Afirma Martín, ganadero abulense. 

Prevención, control poblacional y pagar los daños son las soluciones que propone Asaja, que denuncia también la falta de voluntad política para poner fin al problema.

El presidente de Asaja de Ávila, Joaquín Antonio Pino asegura que los expedientes de daño patrimonial más antiguos "pueden llevar dos años tramitándose". Y cree que estos dos años son plazo más que suficiente para haber agilizado los trámites y pagado a los ganaderos "si hay voluntad".

Pino calcula que en total puede haber entre 200 y 250 expedientes tramitados desde que se reconoció que la Administración tenía que cubrir los daños del lobo como daño patrimonial. En la asociación no tienen constancia de ningún expediente resuelto y pagado. Cada ternero que matan los lobos supone una pérdida en torno a los 700 euros.