El Producto Interior Bruto (PIB) de Castilla y León registró un crecimiento interanual en el segundo trimestre del año del 3 por ciento, mientras que la variación intertrimestral fue de cuatro décimas, según los datos ofrecidos hoy por la consejera de Economía y Hacienda de la Junta, Pilar del Olmo, que se atrevió a comentar de que este año la economía regional cerrará con un crecimiento por encima del tres por ciento. Un porcentaje de crecimiento que está en las previsiones de la Fundación de las Cajas de Ahorros (Funcas) que hablan de que el PIB se acelerará este año hasta el 3,4 por ciento.
Del Olmo, que resaltó que para encontrar una subida interanual y trimestral del PIB similar a la registrada en lo que va de 2015 hay que remontarse al año 2007, aseguró que “de no pasar nada en el mundo” (mantenimiento de los actuales tipos de interés, la cotización del petróleo, el cambio euro-dólar y la situación política europea), “estaremos más cerca de un crecimiento del tres por ciento que del dos e incluso podremos superar el tres por ciento”, en base a los indicadores del INE y la EPA. En todo caso, muy por encima de las previsiones iniciales recogidas en los presupuestos que contemplaban un escenario con un crecimiento del 2,1 por ciento.
Unos datos que permitieron a la consejera asegurar que la crisis, “en términos estrictos”, ha acabado porque la economía regional crece con porcentajes importantes. Eso sí, Pilar del Olmo reconoció que con una tasa de paro del 18,40 por ciento es necesario continuar con el crecimiento del PIB “a este ritmo” para volver a unos niveles de desempleo anteriores a la recesión.
Más empleo
En ese sentido, destacó que el empleo, medido en puestos de trabajo equivalentes a tiempo completo, refleja un incremento interanual en este segundo trimestre del año del 2,9 por ciento, un punto más que en el trimestre precedente, con aumentos en todos los sectores salvo en el de servicios no de mercado. Del Olmo manifestó el buen comportamiento del mercado laboral en la Comunidad al contar con 25.179 puestos de trabajo más que en el segundo trimestre de 2014 y 32.070 empleos más desde el inicio de año.
El sector industrial, con una subida interanual del 3,2 por ciento, fue el que mejor se comportó, por delante de los servicios y la construcción, con alzas respectivas del 3 por ciento. Por su parte, la agricultura registró un aumento del uno por ciento frente al incremento del 4,5 por ciento del primer trimestre.
La consejera de Economía y Hacienda se felicitó por el buen comportamiento de la industria al ser “tractor” para el resto de sectores. En los últimos tres meses, el crecimiento de la industria vino de la mano del aumento del 4,5 por ciento de las ramas manufactureras (productos industriales), un porcentaje muy superior a la tasa del 1,4 por ciento registrada en el anterior trimestre. En particular, la mejoría tuvo lugar en el material de transportes, metalurgia y productos metálicos y caucho. Mientras, las ramas de agroalimentación presentaron una mayor contracción.
Los sectores de la construcción y servicios registraron un menor crecimiento en este trimestre, hasta el 3 por ciento, por la reducción del peso de la edificación residencial (frente a la no residencial y la obra civil).
Construcción
En todo caso, la consejera se refirió a la reactivación que está experimentando el sector de la construcción al suponer ya el 6,9 por ciento de la economía regional. “La construcción debe tener más peso en el PIB pero sin llegar al 15 o el 20 por ciento de antes de la crisis”, afirmó la consejera durante la presentación de la Contabilidad de Castilla y León. Unos datos que tienen su reflejo en el empleo puesto que es un sector que creaa el 14,2 por ciento del conjunto de las contrataciones. Recordó que todos los sectores crean empleo salvo el de las administraciones públicas.
Por su parte, la demanda interna se mantuvo con un crecimiento del 2,6 por ciento mientras que el sector exterior tuvo una aportación positiva al crecimiento del PIB de medio punto porcentual. Así, el gasto en consumo final se incrementó un 2,6 por ciento, una décima menos que en el periodo anterior, como resultado del decrecimiento del gasto de las administraciones públicas pero compensado, en parte, por el aumento registrado en los hogares (3,4 por ciento).
Mientras tanto, la inversión subió un 3,6 por ciento, una décima menos con relación al primer trimestre de 2015, destacando los bienes de equipo (5,5 por ciento) aunque hubo una desaceleración de la construcción (1,8 por ciento).
El sector servicios, con el 70,7 por ciento del total, es el que más aporta al PIB de Castilla y León, por delante de la industria (17,9 por ciento), la construcción (6,9 por ciento) y la agricultura (4,5por ciento).