SUCESOS

Un fallecido de una cornada en el corazón en el primer encierro de Cuéllar, Segovia

El alcalde de la localidad lamenta el 'triste' inicio de los festejos y espera que los cuatro encierros que quedan transcurran con normalidad

Ical

Un hombre, J.M.R.B., de 63 años, natural de Rentería (Guipuzcua). Perdió la vida este domingo de una cornada en el corazón en el primer encierro de Cuéllar (Segovia), que congregó en torno a las 50.000 personas, según el Ayuntamiento.

El alcalde de la localidad, Jesús García Pastor, lamento el "triste" inicio de la celebración e hizo votos porque los cuatro encierros que quedan transcurran con normalidad y sin incidentes. Asimismo, recordó que hacía muchos años que no había que lamentar muertes en Cuéllar.

La cogida se registró en la zona llamada del “embudo”, donde se inicia el recorrido urbano, junto a unos corrales, donde se suele agrupar mucho público, aunque siempre se advierte que las vallas que existen no son de protección sino solo para canalizar al ganado que llega del campo, acompañado de cabestros y conducido por caballistas. La advertencia está impresa en carteles colocados en la zona y los miembros de Protección Civil siempre piden al público que no se coloque en este lugar de tránsito, donde las reses bajan muy rápidas.

El encierro, con novillos de la ganadería Blázquez y Rein, de Alcalá del Valle (Cádiz),  salió de los corrales en el campo a las ocho de la mañana, acompañado de 475 caballistas, para entrar en el recorrido urbano, en la zona del embudo, de transición con el campo, hacia las 9.20 horas, unos diez minutos antes de lo previsto.

La Asociación Encierros de Cuéllar en su informe del encierro asegura que la bajada hacia el "embudo" fue “rápida y peligrosa” y explica que "uno de los bravos” embistió a una persona que se encontraba al inicio del recorrido urbano. Inicialmente, el herido fue rodeado por caballistas, para protegerlo,y aunque los servicios sanitarios llegaron al momento, no se pudo hacer nada para salvar su vida, ya que la herida por asta de toro en el tórax le había atravesado el corazón.

Durante el recorrido urbano, el toro mostró un asta ensangretada y en la zona, según testigos, quedó un gran charco de sangre del fallecido, que fue trasladado desde la enfermería de la plaza de toros al tanatorio, donde se le practicará la autopsia.

Otro toro también embistió a un caballista en la zona de pinares, sin consecuencia graves, y un joven sufrió una erosión leve, durante el encierro en zona urbana.

El suceso ha ocasionado un gran pesar en el inicio de las fiestas en honor de la Virgen del Rosario, que tienen a gala celebrar los encierros más antiguos de España, declarados fiestas de Interés Turístico Nacional, de los que existen documentos que ponen ya de relieve su existencia, en el siglo XIII, hace ochocientos años.