Cuando una víctima de violencia de género da el paso de contar su historia, es importante que jueces, fiscales, trabajadores sociales o la policía tengan la mayor información de la víctima. Datos como el número de hijos que tiene, si percibe ayudas económicas o si ha sufrido maltrato en alguna otra ocasión.
El proyecto Pawla es en este proceso una pieza clave. Con esta plataforma informática todos los agentes implicados podrán estar más coordinados y acceder a la información que necesiten.
Con este registro se consigue también que la víctima se vea obligada a relatar su historia a diferentes profesionales.