CULTURA

Declaradas de interés turístico nacional las procesiones nocturnas en honor a la Virgen de los Pegotes de Nava del Rey, Valladolid

'La Bajada' se celebra en la noche del 30 de noviembre desde la ermita del Pico Zarcero hasta la localidad y ‘La Subida’, el 8 de diciembre, en sentido contrario.

Ical

La Secretaría de Estado de Turismo del Ministerio de Industria, Comercio y Turismo concedió la declaración de interés turístico nacional a las dos procesiones nocturnas de 'La Bajada' y 'La Subida', en honor a la Virgen de los Pegotes de Nava del Rey (Valladolid), que se celebran anualmente los días 30 de noviembre y 8 de diciembre, según indicó el Ayuntamiento de la población.

Este rito, para honrar a la Inmaculada Concepción, se celebra desde 1745. La Virgen de los Pegotes ya fue declarada de interés turístico regional en 2008 y, seguidamente, tras los cinco años que señala la normativa, el Consistorio inició los trabajos de documentación y recopilación para obtener la nacional, para la que contaba con el informe favorable de la Junta, atendiendo a la antigüedad y originalidad, así como a los valores culturales de la misma.

Según el Ayuntamiento, esta declaración, que tiene fecha de 9 de octubre, supone un “impulso a los valores y promoción de la fiesta, así como un reconocimiento a la propia localidad”.

'La Bajada' se celebra en la noche del 30 de noviembre cuando la Virgen recorre el trayecto desde la ermita del Pico Zarcero hasta la Parroquia de los Santos Juanes, alentada por incesantes vítores o vivas; mientras, 'La Subida' tiene lugar el día 8 de diciembre al finalizar el novenario, cuando la Hermandad Hijas de María engalana a la Virgen con mantos y joyas para comenzar la procesión de regreso hacia la ermita. Durante el recorrido, la comitiva efectúa diferentes pausas para que los fieles dediquen sus mejores piropos a la Patrona.

Las primeras referencias a Nuestra señora de la Concepción se trasladan a mediados del siglo XVI, fecha en la que se construye la homónima ermita en el Pico Zarcero y donde poco después se asentó el convento de San Agustín. Posteriormente, tras abandonar la ermita los agustinos, el templo retomó el culto público a la Virgen bajo la advocación de Virgen de la Cuesta o del Pico Zarcero, con lo que aumentó su devoción durante el siglo XVII con numerosas rogativas para encomendar las cosechas a la voluntad mariana.

Esta devoción culminó en el año 1745 cuando el acordó celebrar perpetuamente un novenario en su honor del 30 de noviembre al 8 de diciembre, descendiendo a la imagen hasta la parroquia en solemne procesión.

La leyenda cuenta que momentos antes de esta primera ocasión se declaró una tormenta que obligó a retrasar la procesión e iluminar artificialmente el trayecto con hogueras y antorchas o pegotes, de donde surge el apelativo de Virgen de los Pegotes. El resultado fue tan vistoso que el fuego perduró en las calles de Nava del Rey hasta hoy.

Inicialmente, la Virgen descendía en andas o carruajes cedidos por los vecinos, hasta que en 1893 se fabricó exprofeso el actual coche de caballos -costeado por la familia Pino Rodríguez- que es tirado por mulas, animal habitual en los quehaceres agrícolas de Nava del Rey. Dentro del vehículo, igual que en centurias pasadas, la patrona es escoltada por el párroco, el alcalde y un descendiente del donante.