HERMANADOS POR UN SANTO

Los restos de San Íñigo regresan por unas horas a Calatayud, donde nació en el Siglo IX

Una comitiva de la localidad burgalesa de Oña acompañó a las reliquias, que viajaron en furgón blindado dentro de un arca de plata y piedras preciosas

Rtvcyl.es

Aunque sea por unas horas, los restos de San Íñigo volvieron a la ciudad que le vio nacer allá por el año 1000. Una comitiva de Oña en Burgos custodió el arca de plata y piedras preciosas con los restos del santo hasta Calatayud. Allí, fueron recibidos con todos los honores.

Con extremas medidas de seguridad  y después de celebrar la fiesta local de San Íñigo en Oña, un autobús completo de vecinos y autoridades de la capital oniense, acompañó al furgón blindado que transportaba el arca con los restos del santo bilbilitano hasta Calatayud, lugar de su nacimiento. Era la primera vez en 1017 años que volvía a su tierra.                           

Cientos de personas se acercaron a  venerar las reliquias en la Colegiata del Santo Sepulcro en una ceremonia presidida por el obispo de Tarazona y su posterior procesión por las calles bilbilitanas.      

Al finalizar, tanto la parroquia de Oña como el ayuntamiento fueron nombrados hermanos mayor es de la Cofradía de San Íñigo.