EL PASO PREVIO A LA UNIVERSIDAD

Los mismos nervios para la última selectividad

Miles de alumnos se examinan a partir de hoy de las Pruebas de Acceso a la Universidad en los cuatro campus de Castilla y León

Ical

"Es como si lo viera por primera vez". Esa sensación al mirar hoy los apuntes de literatura cinco minutos antes de entrar en el aula en el que Laura iba a hacer su examen de selectividad, es el miedo que durante años han expresado los estudiantes a la hora de afrontar la 'temida' prueba de acceso a la universidad, que desaparece el próximo curso.

Laura estaba esperando a entrar en su clase en el Aulario Campus Esgueva de Valladolid pero la imagen puede y de hecho se repite en todos y cada uno de los centros de examen en los que hoy se han examinado 3.876 alumnos de la Universidad de Valladolid.

Antes de entrar, muchos repasan los apuntes, otros comentan con sus compañeros la larga noche en la que muchos como Elisa "no ha dormido más de dos horas", no por estar estudiando, sino por los nervios de esta prueba en la que los todos los profesores coinciden en que "no es para tanto". Si han sacado bien el curso de segundo de Bachillerato no tiene por qué haber problemas a la hora de superar estos exámenes.

Marta y Elisa, de Teresianas, también se mostraron nerviosas así como un grupo de chicos del IES Galileo, que se reconocían "preocupados" por lo que iba a caer en el examen porque, según añadía Laura, de la Escuela de Artes, "son muchos temas". Además de los nervios y las pocas horas de sueño, en lo que sí coincidían casi todos es en que "no tenían ni idea" de qué iban a estudiar en caso de superar el examen.

Incluso, uno de los representantes de los centros recordaba que "en su época" ni siquiera sabían qué examen tenían hasta que se sorteaba "con una bola" en el propio aula. "Ahora lo tienen más fácil", aseguraba. Los numerosos representantes de los centros alertaron de la incertidumbre al no saber todavía qué prueba se llevará a cabo el próximo año.

Esta situación se vivió también en la Universidad de León donde también los nervios, incertidumbre y los repasos de última hora fueron la tónica previa a la celebración de un examen se repetía a primera hora de esta mañana en los campus de León y Ponferrada donde casi 1.900 alumnos -casi un 2,5 por ciento más que el año pasado- se enfrentaban a las pruebas de Selectividad. Por los pasillos de la Facultad de Derecho se podían ver aglomeraciones de personas a la espera de escuchar su nombre para poder acceder al aula en el que realizarán los exámenes finales previos al acceso a la Universidad durante los próximos tres días.

El nerviosismo iba en aumento, y eso se plasmaba en los comentarios de los estudiantes, que también compartían con sus compañeros la preparación que tenían de cada materia o la importancia de sacar un buen resultado en la que es la última Selectividad antes de que se celebre la conocida como reválida de Bachillerato. Pero la inquietud hasta el momento de escribir las primeras letras era la predominante en el estado de ánimo de los preuniversitarios, e incluso una joven se vio desbordada por la presión y no pudo contener las lágrimas. Para ellos, hay mucho en juego.

En la Universidad de Salamanca un total de 2.837 estudiantes llevarán a cabo durante estos días la selectividad en el distrito universitario de Salamanca. La última prueba de Acceso a la Universidad comenzaba hoy a las 9.30 horas y eran muchos los jóvenes que podían verse a las puertas de los centros que llevan a cabo los exámenes haciendo un repaso de última hora. Ese era el caso de Andrea Hernández, que minutos antes de entrar al primer examen, confesaba que los nervios "siempre están ahí" aunque como, en su caso, no necesita buena nota para estudiar Diseño de Moda en Madrid, la presión es menor. Algo parecido le pasa a Irene Ruano. "Quiero estudiar Magisterio Infantil y Primaria pero no piden mucha nota".

Además, todas están de acuerdo que el mejor modo de prepararse para esta prueba es sintetizar todo lo aprendido durante el año y los resúmenes y esquemas son los mejores aliados. "Desde que acabé las clases he ido todos los días a la biblioteca a estudiar y espero que cunda ya que quiero estudiar Trabajo Social", confiesa Cristina Aguadero. Con respecto a este último año de selectividad ninguna se pone de acuerdo sobre los resultados que traerá, "puede ser un beneficio o no, el tiempo lo dirá".

Burgos

Los nervios se apoderaron hoy de cientos de alumnos burgaleses a las puertas de las aulas en las que se celebra las últimas pruebas de Selectividad. Desde primera hora fueron muchos los alumnos que se concentraron con sus apuntes de Lengua y Literatura en los accesos a las facultades de la Universidad de Burgos donde hoy martes se examinan 1.491 de los colegios e institutos de la provincia.

Entre ellos se encontraba Ana, que repasaba "a conciencia" la lista de poetas de la Generación del 27 y algunas de sus obras maestras. Otros se mostraban más tranquilos porque "ya lo habían estudiado todo días antes" y porque sus profesores les han repetido hasta la saciedad "que la Selectividad no es más que una prueba más, menos complicada que los exámenes de Bachillerato".

Sin embargo, la ansiedad hizo su aparición en muchos de los cuerpos adolescentes de quienes tienen la oportunidad de estudiar la carrera de sus sueños. "Yo quiero hacer Veterinaria y la media tiene que ser buena", indicó Pablo Martín. Como él son muchos los chicos y chicas que tienen claro qué estudiar, al tiempo que otros "esperarán a ver las notas de corte para decidir".

Con un comentario de texto relacionado con las capacidades y contenidos de Lengua castellana y literatura y las pruebas de Historia de la Filosofía e Historia de España y de Lengua extrajera arrancaron a las 9.30 horas en Burgos las pruebas de Acceso a estudios universitarios que culminarán mañana miércoles.

Una de las anécdotas se produjo antes de que los profesores repartieran los exámenes cuando les recordaron que está "terminantemente prohibido" llevar el móvil encima y que debían dejarlo en sus bolsos y mochilas. A muchos se les había olvidado guardarlo, y ya ni se acordaban que si suena su prueba puede quedar invalidada. Todo un despiste.