Escolares del colegio Antonio Valbuena de León fueron los primeros en descubrir un ingrediente no deseado. En la sopa de cocido había gusanos. También los sufrieron en el Trepalio, de Trobajo del Camino, y en el CRA de Riaño. En Segovia llegó al colegio Las Cañadas, en Trescasas. Además, en La Palomera y en el González de Lama, de León capital, aparecieron pero no llegaron a servirse. Los sindicatos apuntan a la externalización del servicio como causa de fondo.

Las Ampas exigen responsabilidades. La del Antonio Valbuena lo considera la gota que colma el vaso, ya que el servicio de su comedor era muy deficiente, con mala calidad y poca cantidad. Aseguran los padres que los niños llegan con hambre, y han presentado una queja. La junta ha abierto una investigación y ha encargado una auditoría externa.

La empresa se escuda en una partida de pasta en mal estado, aunque caducaba en 2016. También dice que la salud de los niños nunca corrió peligro y que cumplieron con la cadena de frío.