EL MAL TIEMPO EN EL CAMPO

UCCL denuncia que la sequía afecta al 60% de los cultivos y las heladas al 40% del viñedo por lo que exige la declaración de zona catastrófica

La organización asegura que las bajas temperaturas arrasan viñedo, árboles frutales, patata, remolacha y al poco cereal que estaba ya espigando en Castilla y León

Ical

UCCL estima que las casi 75.000 hectáreas de viñedo que tiene Castilla y León, se han visto afectadas por las bajas temperaturas. Asimismo, asegura que el cultivo de la patata también ha sido dañado y “verá retrasada su producción considerablemente, en lo que respecta al cereal de invierno que ya estaba espigado esta helada tampoco la ha beneficiado”.

La organización reconoce que aún es pronto para hacer un balance y cuantificar los daños de estas últimas heladas en los cultivos y habrá que esperar un poco más para ver cómo evoluciona el cultivo, pero se estima que se ha podido perder hasta el 40 por ciento de la producción en el viñedo.

Por otro lado, destaca que la sequía afecta el 60 por ciento de los cultivos y a la espera de que la “ansiada” lluvia. Los agricultores ya estiman, siempre según UCCL, que en muchas zonas el daño ya es “irreversible y se dan por perdido y no merecerá la pena ni cosechar”. Otras zonas, si finalmente llueve y la helada no la ha afectado, podría solventar un poco la escasez de humedad, pero la producción se verá reducida en más de un 60 por ciento la del año pasado “si no es mucho más”.

Además, UCCL constata que las explotaciones ganaderas se están viendo obligadas a sustituir la alimentación tradicional por la adquisición de piensos, forrajes, paja, etc., a lo que se debe añadir probablemente la obligación de llevar agua para el censo ganadero afectado utilizando cisternas, ya que los estanques naturales se encuentran bajo mínimos, que, lógicamente supondrá un incremento muy sustancial de los costes de producción.

Ante esta situación, la UCCL exige que Castilla y León sea declarada zona catastrófica y se implanten medidas que palíen los daños causados por la ausencia de precipitaciones en las explotaciones agrarias y ganaderas. “No podemos demorar más la puesta en marcha de medidas que ayuden a solventar la pérdida de ingresos por la sequía”, incide.

Entre sus reclamaciones está una ayuda de “mínimis”, para paliar la falta de rentabilidad ante la sequía de este año, exención del pago de cuotas a la Seguridad Social, reducciones fiscales para todos los agricultores, establecimiento de ayudas específicas para sufragar los gastos fijos de las entidades asociativas agrarias que tengan como objetivo compensar la reducción de actividad, y por supuesto, flexibilidad para el cumplimiento de las prácticas del pago verde y los compromisos agroambientales,…

Esta organización agraria considera que el Real Decreto de sequía que tramita el Gobierno para la Cuenca del Duero, posibilita la adopción de medidas extraordinarias de gestión para distribuir los recursos hídricos existentes mediante restricciones que afectarán por igual a los distintos usos, pero es insuficiente para paliar los efectos negativos que está ocasionando la falta de agua en los cultivos de secano, de regadío y en los pastos de Castilla y León. Según esta organización agraria se debe “dar un paso más”.