Enrique Ferrero no olvidará la fecha del 24 de agosto después de ser el único superviviente en el accidente de helicóptero en el que se dejaron la vida tres compañeros de la Guardia Civil. Décimas de segundo en los que vio que algo no iba bien antes de que la hélice de la aeronave tocara la pared de la montaña para precipitarse por la ladera e inciendiarse justo cuando se disponía a introducir en el aparato al corredor herido.

El sargento relataba su sentimiento y recordaba el suceso. "Oyes un fuerte ruido. Ves la cara de tu compañero... No se me olvidará en la vida. Saltas hacia atrás con el herido y te tumbas encima de él. Por un lado te sientes feliz porque estás vivo, pero por otro lado te sientes culpable porque eres la única persona que has sobrevivido".

Este Sargento del Grupo de Rescate e Intervención de Montaña de la Guardia Civil no se separó del cuerpo de sus compañeros durante las labores de rescate y hoy ha estado en la capilla ardiente y ha llevado a hombros uno de los féretros con la esperanza de ir poco a poco superando esta terrible vivencia.

Es un experto en rescate y a pesar del o sucedido no se plantea abandonar el cuerpo al que llegó a una edad tardía tras pasar por la Universidad.

Enrique hace solo unos días salvó la vida de otro montañero.