Los acusados, el ganadero que había contratado al pastor, y la mujer del finado se enfrentan a penas de 15 años por asesinato y 3 por encubrimiento respectivamente. Penas solicitadas por el ministerio fiscal, mientras la acusación particular, que representa al hijo del pastor búlgaro, solicita la misma pena para los dos, 20 años por asesinato, ya que consideran a la mujer ideóloga del crimen.
Mientras la defensa del ganadero no ha dado pistas de la estrategia a seguir, pero considera que hay muchas cuestiones por esclarecer en este suceso.
Un juicio que tras la declaración de los acusados seguirá los próximos días como las pruebas testificales, judiciales y forenses.