Los tres guardias civiles fallecidos en el accidente aéreo mientras rescataban a un montañero en Maraña, León, eran de Castilla y León. El agente José Martínez Conejo nació en Laguna de Negrillos, donde han suspendido sus fiestas tras el accidente. El teniente Benito Rodríguez nació en Madrid pero trabajaba en la base de la Virgen del Camino. La sede del este grupo de montaña está en Sabero, donde han sentido especialmente el accidente.

El silencio se convierte en la mejor forma de expresar el dolor. El GREIM de Sabero se ha quedado vacío, el mismo vacío que sienten los vecinos. Charo tenía en su bar todos los días a los tres fallecidos. Hoy ha empezado a echarlos de menos.

Es el sentimiento de todo un pueblo, que les tenía como unos vecinos más. Es una ausencia que se asimila poco a poco, un dolor que aumenta pensando en lo inesperado de la circunstancia, a lo inexplicable del accidente.

Los compañeros hoy han acudido a León y han dejado casi desierto el GREIM. Es el espejo de un alma dolida por la pérdida. En su día no estuvo exento de polémica, cuando se cuestionó su traslado. En Sabero, hoy más que nunca, les quieren con ellos.

Queda el dolor y el orgullo, y la frase con la ellos mismos asumían estos riesgos: es nuestro trabajo, decían cuando les preguntaban. Y el de sus vecinos, ahora, es echarles de menos.