En Valladolid

Edificios públicos se benefician de la Red de calor urbana con biomasa forestal de la Uva

Se abre la posibilidad de que la red se abra a edificios privados de la zona

Ical

Un total de 26 de edificios públicos de Valladolid se benefician ya de la puesta en marcha de la red de calor urbana con biomasa forestal de la Universidad de Valladolid, que suministrará a 22 inmuebles de la Uva y cuatro de la Junta de Castilla y León y que se abrirá a edificios privados que lo deseen, según señaló en la inauguración el rector, Daniel Miguel.

Tras una inversión de cinco millones de euros, la Universidad de Valladolid dispondrá de un ahorro energético al año del 15 por ciento, tras la puesta en marcha de una red de calor urbano que es “la más importante de Castilla y León y una de las más importantes de España”, según señaló el consejero de Fomento y Medio Ambiente, Juan Carlos Suárez-Quiñones, quien asistió a la inauguración junto con el de Educación, Fernando Rey.

Esta red de calor es una red de distribución de energía térmica, alimentada con biomasa forestal, que transcurre por las vías urbanas y que proporciona actualmente agua caliente sanitaria y calefacción a 22 edificios de la Universidad de Valladolid y cuatro de la Junta. La central de producción de calor, instalada en el extremo norte del Campus Miguel Delibes y en cuyo edificio se ha instalado hoy la placa que da por inaugurada la instalación, es la encargada de distribuir agua caliente a través de redes de conductos aislados térmicamente hacia los diferentes edificios citados.

La red de calor sigue un trazado totalmente urbano, con 26 kilómetros conectados en la actualidad y una longitud de tuberías de doce kilómetros. El uso de la biomasa forestal en unas instalaciones de estas características ha convertido el proyecto en pionero y en uno de los más importantes de su tipología en España.

La Universidad de Valladolid contaba con 22 edificios en los campus Miguel Delibes y Río Esgueva que utilizaban para calefactarse sistemas de generación térmica individuales alimentados con combustibles fósiles, principalmente gasoil y gas. La necesidad de sustituir las calderas más antiguas, unido a la proximidad de todos los edificios universitarios hicieron que la implantación de un sistema de calefacción de distrito con biomasa para los dos campus se convirtiera en alternativa de futuro.

La instalación tiene una potencia términca de 14.100 kilowatios suministrados por tres calderas, el combustible es de astilla forestal, un recurso autóctono que permite convertir un residuo forestal en un recurso y el suministro se lleva a cabo por el Somacyl con astilla, principalmente, de Castilla y León. La red dispone de doce kilómetros de tubería que transcurre en ocasiones enterrada y en otras aérea, en las zonas de los aparcamientos de la Universidad y del tramo de cruce del río Esgueva.

Al año supondrá una reducción de emisiones de 6.800 toneladas de CO2 al año. Este proyecto ha sido financiado por el Banco Europeo de Inversiones y los Fondos Feder.

Además, la red de canalizaciones está dividida en dos circuitos independientes. El primero de ellos suministra energía a los apartamentos universitarios Cardenal Mendoza, el Centro de Transferencia de Tecnologías Aplicadas del Parque Científico, al aulario del Campus Miguel Delibes, así como al IOBA, la facultad de Ciencias, la Escuela Técnica Superior de Ingenieros de Telecomunicaciones e Informática, así como el edificio de investigación en Químicxa Quifima; el gimnasio, el centro de idiomas, la facultad de Educación y Trabajo Social y el Edificio I+D del Parque Científico.

El segundo circuito rodea el Campus Miguel Delibes para posteriormente atravesar por completo el Campus Río Esgueva. Este circuito finaliza en la calle Real de Burgos junto al Hospital Clínico Universitario de Valladolid, la red se ha dimensionado para dar servicio en el futuro a este centro sanitario.

En este segundo bloque están las facultades de Ciencias Económicas, Comercio, Filosofía y Letras y Medicina, así como el aulario, la Escuela de Ingenería Industrial, la residencia universitaria Alfonso VIII o el Intituto de Biología y Genética Molecular, entre otros.

Junto a estos 22 edificios se suman también la residencia deportiva Río Esgueva, el centro de Atletismo de Alto Rendimiento o las piscinas y el pabellón Río Esgueva.

A lo largo de 2016 la red se ampliará para prestar servicio a otros edificios públicos y privados. El proyecto ha sido impulsado por la Junta y la Universidad de Valladolid, enmarcándose dentro de los proyectos de ahorro y eficiencia energética promovidos por ambas entidades, a través de la Sociedad Pública de Infraestructuras y Medio Ambiente de Castilla y León.