Hace un mes y medio que no hay ni una sola pista de la peregrina norteamerircana que desapareció el domingo de Ramos en el Camino de Santiago a su paso por Astorga. La investigación toma ahora un nuevo rumbo después de que en esa misma zona, el pasado sábado una mujer haya denunciado un intento de rapto.

A Covadonga Ayora aún no sel le ha pasado el susto y tiembla al recordar cómo sucedió todo. Practicaba deporte por las proximidades del pueblo cuando dos hombres extranjeros detuvieron su coche llamando su atención.

Sigue pensando que mantener cierta distancia la permitió salir corriendo y escapar, a pesar de los intentos de uno de los hombres de darle captura.

Moratones en el brazo y arañazos en una pierna son las secuelas físicas que ha dejado el suceso en Covadonga y que han sido cruciales para la investigación. "Uno de ellos me arañó al agarrarme la pierna. Por eso me tomaron huellas de las uñas para identificarlo", explica.

El hecho de que los dos sucesos hayan ocurrido en el mismo tramo del Camino tiene atemorizados a los vecinos de Santa Catalina, que se piensa muy mucho pasear a solas por el pueblo.