La temporada de media veda arrancó este martes 15 de agosto en Castilla y León, marcada por la sequía que atenaza al campo este verano y por una mala campaña agrícola, que provoca que los agricultores hayan vendido su paja, con lo cual las aves no encuentran lugares donde guarecerse. Los cerca de cien mil cazadores que están federados en la Comunidad disfrutarán así hasta el próximo 17 de septiembre, domingo, de la práctica cinegética.

La Orden Anual de Caza de Castilla y León para la presente temporada estableció para el periodo de media veda un máximo de 20 días de caza, con excepción de la tórtola común y la paloma torcaz, para las que se retrasa el comienzo de la época hábil al 22 de agosto. En cuanto a los cupos establecidos, se propone que el número máximo de piezas a cobrar por cazador y día se fija para la codorniz en 30 y para la tórtola común en seis.

El Consejo Territorial de Caza de León planteó que la caza menor queda limitada, con carácter general a los jueves, sábados, domingos y festivos de carácter nacional y autonómico de Castilla y León comprendidos en el período hábil establecido.

Las especies que se pueden cazar en la Comunidad son, según la resolución: codorniz, tórtola común, paloma torcaz, urraca, corneja y zorro.