Si no llega el milagro este viernes la fábrica de Lauki en Valladolid cerrará sus puertas. La junta instó al diálogo a la empresa para prorrogar el periodo de negociaciones pero las esperanzas se desvanecen por minutos. Entre tanto los ganaderos afectados ya se buscan la vida en otras casas para poder vender su leche.

Eduardo y Esteban siguen tirando del carro con una docena de vacas. Su honradez les ha hecho permanecer siempre fieles a los colores verde y blanco de Lauki. 

"Nosotros llevamos con esta empresa alrededor de 40 años. Prácticamente toda nuestra vida. Y ahora de la noche a la mañana nos vemos vendidos y teniendo que buscar a ver quien puede recogernos la poca producción pero tampoco es cuestión de tirarla claro", aseguran.

Producen poca cantidad unos 350 litros al día. Pero para ellos es su vida. Saben que tienen que mover ficha para no morir en un tablero lleno de reyes lácteos.

Llegan a boxes de otro equipo diferente. Ahora tienen que buscarse las habichuelas en la Cooperativa de Tierra de Campos en Medina de Rioseco. Les da pereza y lástima acudir a un nuevo comprador pero no queda otra.

Quizás con el cambio tengan hasta suerte. Aquí cobrarán a 28 céntimos el litro de leche. 2 ó 3 más que con Lactalis. Casi casi tienen ya el sí del nuevo aliado y en 5 días puede que firmen su nuevo contrato.