VINO

Las bodegas adheridas a la D.O. Ribera del Duero recibieron en 2014 la visita de 187.392 personas

Este crecimiento consolida la Ruta del Vino Ribera del Duero como destino turístico nacional de primer nivel al que se puede acceder por carretera desde cualquier punto de España

Europa Press

Las bodegas adheridas a la Ruta del Vino Ribera del Duero recibieron a lo largo de 2014 la vista de un total de 187.392 personas, un 4 por ciento más con respecto al año 2013, en el que 180.328 visitantes se acercaron a la Ribera del Duero a conocer su oferta de enología, gastronomía, cultura y ocio.

 Este crecimiento consolida la Ruta del Vino Ribera del Duero como destino turístico nacional de primer nivel al que se puede acceder por carretera desde cualquier punto de España. Las cifras de 2014 registraron un incremento del 188% respecto a 2009, cuando fueron 65.004 las personas que visitaron la zona.

Actualmente, 53 bodegas son miembros de la Ruta del Vino Ribera del Duero, desde Bodegas Arzuaga Navarro, una de las más visitadas en 2014, hasta bodegas cuya tradición familiar es precisamente lo que hace de la visita toda una experiencia, como son las Bodegas Emilio Moro o las de Alejandro Fernández, según informan fuentes de la D.O.

Y es que su variada oferta va más allá de la uva y su caldo. Por ejemplo, la centenaria Bodega Protos, la colonial Lagar de Isilla o la diseñada por el archiconocido Norman Foster, las Bodegas Portia, son un potente reclamo para los amantes de la arquitectura.

O la privilegiada ubicación de las bodegas de Comenge y Matarromera. O la histórica Bodega Real Sitio de Ventosilla. Cada una de ellas aporta un atractivo y un matiz especial a la Ruta del Vino Ribera del Duero.

Mencionar también el considerable crecimiento de otros miembros como el de las Bodegas Cepa 21 y la Finca Torremilanos, una de las más antiguas de España. También las Bodegas Ascensión Repiso, las de Veganzones y las de Pinna Fidelis pueden presumir de una notable subida.

Todos los miembros de esta institución, cada uno con su particular encanto, ha contribuido al éxito de la Ruta del Vino Ribera del Duero. Y es que, en poco más de cinco años, ha triplicado el número de visitantes desde 2009.

Más que vino

Visitas guiadas a bodegas y viñedos, catas, degustaciones con maridajes, e incluso restaurantes de lujo, hoteles y centros termales donde relajarse, acaban de completar la amplia oferta que ha impulsado a la Ruta del Vino Ribera del Duero a vivir este ininterrumpido crecimiento en los últimos años.

Las condiciones climatológicas de Ribera del Duero no sólo favorecen la elaboración de vinos con personalidad y sabor únicos, sino que además propicia magníficos paisajes para visitar en familia, en pareja o con amigos, excursiones por bellos enclaves naturales y una activa agenda de fiestas y eventos culturales ponen la guinda a la visita de las bodegas.